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Cuento de Pueblo Chico

#Cuento: El diván de un político > Bla bla bla

¿Conoce a algún político que habla y habla mucho?

¿Conoce a algún político que habla y habla mucho?

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

- de ser electo, trabajaré para frenar la delincuencia. Porque nuestros jóvenes tienen que volver a caminar tranquilos por las calles y no pensando en que alguien puede cruzárseles en el camino y arrebatarles lo que tienen o lo que sus padres le han comprado con tanto esfuerzo. Porque esos padres trabajan muchas veces, haciendo extras, para que a sus hijos no les falte nada. Y ni hablar de los bajos sueldos que esos padres tienen para mantener a sus familias… cosa que hoy no es fácil por como aumentan cada día todo…
- oiga, señor candidato, es esencial que trate de hablar sobre un solo tema cuando quiera expresar una idea.
- tiene razón, doctora. Le decía que todo aumenta y los sueldos se han quedado en el tiempo. Porque había otro tiempo donde los niños podían salir a las plazas y jugar sin que sus padres estén pensando qué hacían sus pequeños. Pero hoy, los chicos están en las plazas y sus padres viven preocupados deseando que no les pase nada malo. Y aquí tiene responsabilidad la policía… porque hay zonas liberadas en la ciudad donde los vecinos nos cuentan que no ven pasar un móvil en semanas. Además esos vecinos nos cuentan sobre el mal estado de las calles y la falta de obras públicas que beneficiarían a todos los ciudadanos. Por eso, en caso de ser electo, el área de obras públicas será una de mis prioridades en gestión...
- vuelvo a insistirle señor; cuando habla tiene que expresar una sola idea y no mezclar conceptos que terminan confundiendo al receptor. Trate de ser objetivo y simplificar sus oraciones. Inténtelo otra vez.
- bueno. Voy a trabajar, porque por algo la gente me elegirá, pensando en el bienestar de cada vecino que quiere salir afuera de su casa y no encontrarse con mojones de basura y las calles intransitables durante las épocas de lluvia. ¿Qué le parece? ¿Estuve bien?
- le enseño un principio de la oratoria: capacidad de síntesis. Toda la frase que pronunció recién puede resumirse en: “voy a trabajar para mejorar la recolección de residuos y arreglar las calles.” Es así de sencillo.
- ah, ahora entiendo. Mire usted cómo suena y qué breve. Porque realmente las calles están en muy mal estado y no hay amortiguador que aguante la enorme cantidad de pozos y baches; la ciudad merece estar mejor…
- vamos a una segunda oportunidad: hábleme de cultura.
- bueno. Voy a trabajar, porque por algo la gente me elegirá, en acercar a cada barrio las actividades culturales para que nuestros pequeños niños y adolescentes tengan de manera gratis la posibilidad, como todos, de aprender a tocar un instrumento como ser violín, guitarra, batería, bongo, saxo, flauta, teclado, violonchelo, trompeta, bajo, arpa, güiro, charango, triangulo, oboe, armónica, silbato…
- no. Todo lo que expresó pudo haberlo resumido en: “voy a trabajar para que en los diferentes barrios se enseñen varios instrumentos.”
- es cierto, ¡qué increíble que es la ciencia, doctora! Por eso digo siempre que la ciencia tiende a beneficiar la vida diaria de las personas, incluso de aquellas que no han podido acceder al sistema educativo…
- no es ninguna ciencia, señor candidato. Es simplemente síntesis. Le propongo una tercera oportunidad; tema: la salud pública.
- Voy a trabajar, porque por algo la gente me elegirá, para mejorar la salud pública y que todos los vecinos sea cual fuese su barrio, puedan acceder a todas las especialidades de manera gratis sino cuentan con obra social. Trabajaré para que el hospital funcione las veinticuatro horas como corresponde con nuevas especialidades. Y mi prioridad serán los niños y las mujeres porque la salud es un derecho público que el estado debe garantizar, ¡no puede ser que una madre vaya al hospitalito con su niño que tiene fiebre y la hagan esperar dos horas hasta que a la médica de guardia se le antoje salir a atenderla! Entonces…
- espere, espere. Muy largo, nuevamente. Vamos por parte. No exprese ideas que todos ya saben, por ejemplo que la salud es un derecho ya es sabido.
- pero está bueno recordarlo. Es un derecho como la seguridad, el acceso a la cultura, la buena convivencia…
- espere. Volvamos a su frase sobre la salud: trate de ser breve; intente con la menor cantidad de palabras posibles manifestar lo mismo que usted dijo.
- eh… eh… Yo… Yo… salud… Yo, salud…
- ¡Usted puede!
- Yo trabajaré para mejorar el acceso a la salud pública.
- Muy bien, excelente. Así es como debe hacerse…
- gracias, doctora, gracias. Porque la gente me elegirá para que trabaje por ello y por muchos otros temas… y como funcionario me deberé a la población sin importar color político, religión o nacionalidad. Todos somos iguales ante Dios y la patria. Desde el más pequeño hasta el anciano todos tenemos los mismos derechos…

Fuente: Publicado en La Posta Hoy

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