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Cuento de Pueblo Chico

#Cuento: El diván de un político > El perdedor

¿Qué piensa un político cuando pierde una elección?

¿Qué piensa un político cuando pierde una elección?

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

- Señor candidato, ¿está usted bien?
- No doctora, para nada. No sabe cuánta angustia hay en mi corazón… haber perdido me hace sentir como Rose cuando tuvo que soltar la mano de Jack que se murió congelado tras hundirse el Titanic.
- Cuando usted se postuló sabía que podía perder, ¿o no?
- No, yo tenía la plena seguridad que iba a ganar…. Todos me saludaban cuando caminaba por las calles incluso varios vecinos me tocaban bocina con sus vehículos. Todo demostraba que era la mejor propuesta y la verdad es que haber perdido, me puso muy mal.
- Le recomiendo que se tome las cosas con más tranquilidad para que no le afecte su salud.
- …además lo que no logro comprender es cómo el resultado de las elecciones fue tan diferente a mis ultimas encuestas que me posicionaban muy bien.
- ¿Hizo encuestas que lo daban como ganador?
- Sí, incluso les envié los resultados por sms a los periodistas y simpatizantes… en esas consultas yo terminaba siendo el ganador y no logro comprender cómo la cosa no ocurrió.
- Habrá que ver si la muestra en la que se basó su encuesta era muy representativa del total de votantes.
- Sí, seguro. Una la hice entre diez jóvenes de mi barrio y la segunda, la hice entre los integrantes de mi familia; incluso del segundo grupo, creo que hubo algún que otro pariente que ni siguiera me votó. Doctora, realmente estoy muy angustiado e incluso he pensado irme de la ciudad.
- Le recomiendo como le dije antes que trate de tomarse las cosas con mayor tranquilidad. Verá que con el pasar del tiempo, el no ganar una elección es algo que puede superarse y que hay que seguir viviendo a diario como un ciudadano común.
- Pero yo estaba seguro que iba a ganar. ¡No se imagina cuánto hice para ganar! Gasté dos pares de zapatillas caminando las calles, litros de naftas recorriendo barrios que ni siquiera sabía que existían en la ciudad y una considerable suma de dinero en los banner publicitarios de los diarios digitales… todo para obtener un pésimo resultado que no logro comprender. Ese domingo cuando escuché los primeros resultados de la voz de los movileros radiales, fue como si estuvieran tirándome un balde de agua fría.
- Trate de tomarse las cosas con mas calma. Incluso considere que tendrá otra oportunidad más adelante para poder revertir estos resultados y llegar a ocupar el cargo que tanto anhela.
- Días enteros me pase enviando mensajes a cuánto numero tenía en mis contactos haciendo mi propia campaña incluso comprando más de doce nuevos chip de Claro. Es que no quería que se dieran cuenta que era yo. Pensé que de esa manera podía convencer a varios a que me votasen… porque se que hay muchos que solo votan al que sabe que ganará. Haber dado tantos besos y abrazos a diferentes vecinos y todo para nada.
- Considere que hubo gente que le confió su voto aunque hayan sido pocos.
- Muy pocos, ¡una pena! Estuve mirando en internet los resultados de la mesa donde votaron mis propios familiares y ni los números me coinciden con sus votos. Estas son las cosas que me ponen mal, saber que las personas de mi propia sangre hayan elegido a otro es algo que cuesta superar. Por eso pienso en irme de la ciudad para replantearme mi existencia y Dios mediante, volveré en dos años para probar nuevamente suerte en otras elecciones.
- ¿Por qué no prueba con seguir trabajando de aquí en adelante y talvez obtenga mejor resultado en las próximas elecciones? Recorra las calles buscando soluciones a los vecinos sin tener que esperar el momento de la campaña electoral, procure que los ciudadanos lo vean caminando las calles en cualquier momento del año… si así lo hace puedo asegurarle que tendrá mejor resultado en dos años.
- ¿Usted dice? – Suena interesante pero no creo que pueda llegar a hacerlo… no creo que pueda seguir recorriendo los barrios con buenas intenciones.
- ¿Por qué no podrá hacerlo?
- Porque no creo pueda reponerme de esta amargura que tengo en mi corazón… cuántos que me dijeron que iban a votarme y no lo hicieron. Doctora, estoy muy pero muy triste. Creo que lo mejor será irme de la ciudad.

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