El pueblo, al igual que otras localidades del corredor Alvear, Santa Fe, y Lima, Buenos Aires, espera la implementación definitiva de las barreras automáticas en sus pasos a nivel. En el caso de Fighiera, la automatización beneficiará a cuatro de los cinco cruces cuyas pruebas de funcionamiento ya se realizaron a mediados del año pasado.
¿De quién depende esta demora para su implementación? – La encargada de ponerlas en operación es la concesionaria Nuevo Central Argentino (NCA), quien días atrás fue intimada por el Ministerio de Transporte de la Nación exigiendo su rápida implementación que entre otras cosas, reduciría notablemente la cantidad de accidentes registrados en el corredor mencionado, como también agilizaría el paso del tren que une Rosario con Buenos Aires.
Entre mayo y septiembre del año pasado, el presidente comunal Rodolfo Stangoni recibía en el pueblo la visita de ingenieros y profesionales de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para la prueba técnica de los sistemas. Inclusos en diferentes días, se montaron brevemente las barreras y su automatismo. Lo mismo se hizo en todas las treinta y seis barreras que le entidad adquirió por 1,1 millón de dólares e instaló entre Santa Fe y Buenos Aires. Después de allí, todo quedó en manos de NCA para su aplicación y mantenimiento, que hasta ahora, quedó todo en veremos.
Los pasos a nivel de la localidad que se beneficiarían son los del desvío de camiones en el acceso norte, de la Avenida Garay, calle Marconi y el de Cresta, próximo al club de Sportivo Figherense. Incluso no puede dejarse de lado el historial de accidentes acontecidos entre vehículos y el tren especialmente en este último paso mencionado. Y el único que quedaría es el que se encuentra en la zona rural entre Fighiera y el acceso al arroyo pavón.
Sobre la inactividad del NCA, el ingeniero Guillermo Fiad, presidente de Trenes Argentinos, explicó que la misma ya fue intimada por Nación con la finalidad de su esperada puesta en marcha; que también se considera esencial para reducir el tiempo que hoy emplea el tren desde Rosario a Retiro, hoy cercano a las siete horas, siendo un servicio cuyo uso ha crecido notablemente en los últimos meses.