El barrio Ludueña de Rosario quedó en el centro de la escena mediática debido a una grave denuncia realizada por tres menores de edad que aseguraron que fueron víctimas de apremios ilegales tras ser detenidos por gendarmes. Dijeron que los martirizaron para que revelaran nombres de supuestos integrantes de una banda narco.
Rosario.- Todo ocurrió durante la madrugada del lunes, cuando los adolescentes se dirigían al velorio de un chico de 16 años que había fallecido el domingo tras recibir un disparo de escopeta por la espalda en un episodio no esclarecido; en un momento determinado, los chicos fueron interceptados por efectivos de seguridad que procedieron a identificarlos y los detuvieron.
Los jóvenes denunciaron -revela Rosario3- que fueron sometidos a un violento interrogatorio que incluyó una serie de castigos severos y humillantes; entre ellos señalaron que los obligaron a manipular vidrio molido, al tiempo que los gendarmes les pateaban las manos.
El nivel de violencia fue in crescendo: los detenidos aseguraron que los gendarmes les quemaron las zapatillas y les dieron una paliza brutal por negarse a tomar un arma calibre 22 que estaba en poder de los uniformados.
La encargada de realizar la denuncia fue la madre de una de las víctimas, que se presentó en la Comisaría 12 para dejar asentado lo que sucedió. La acusación se fortalece porque un jerarca de la fuerza de seguridad habría admitido que hubo "errores" en el procedimiento e incluso ofreció comprar zapatillas nuevas para los jóvenes.
Anta la gravedad del hecho, el caso pasó a la Secretaría de Derechos Humanos de la Municipalidad de Rosario y a la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes.
La víctima estaba internada en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria desde el pasado 20 de octubre cuando intentó frenar una pelea a la salida del salón de eventos donde festejó los 15 su sobrina. Después de múltiples golpes, un joven de 19 años le propinó una patada en la cabeza mientras estaba en el piso. Este domingo se confirmó su deceso
Claudina se presentó en el Instituto Médico Legal para reconocer el cuerpo de su hija. "No puede seguir pasando esto, ni en San Lorenzo ni ninguna otra parte del país. Basta”, dijo.
El jefe de la Policía de Investigaciones, Natalio Marciani, confirmó que uno de los detenidos en la noche del jueves fue quien aportó información que les permitió encontrar el cadáver de la joven. “Todos nos hace presumir que la muerte fue cercana al día de la desaparición”, señaló
Lo halló la Policía de Investigaciones tras allanamientos que realizó en la noche de este jueves en Puerto General San Martín, donde había sido secuestrado un 308 gris que se presume que tendría relación con la desaparición de la joven de 20 años que había sido vista por última vez el 30 de octubre.
Se trata de Kevin Leonardo Ayala, quien además está investigado como posible partícipe en el homicidio del policía Andrés Farías, que tuvo lugar el pasado 27 septiembre en Fisherton. Al momento de ser acusado en Rosario tenía la llave de unas esposas en su ropa interior