Algunas de las señales de alerta que hay que tener en cuenta.
Para determinar si su recorrido en una empresa llegó a su fin, Grupo Actual, consultora española de recursos humanos, elaboró un decálogo de señales que le pueden servir para saber si es hora de buscar un nuevo empleo.
"La falta de motivación para acudir al puesto de trabajo es el primer indicador de que algo no marcha bien en nuestra carrera laboral", señala Alberto Blanco, Director de Grupo Actual, en un artículo publicado por el diario ABC de España.
1- No aprende nada nuevo
Este punto no se refiere a cursos, sino que destaca que el trabajo ofrece muchas otras oportunidades de aprendizaje fuera de los planes de formación: involucrándose en nuevos proyectos, entrando en contacto con nuevas herramientas y tecnologías, trabajando con personas interesantes y con más experiencia.
2- La repetición
Si su trabajo se ha convertido en una rutina continuada en la que no tienen cabida nuevos retos, enfoques o alicientes, es hora de hacer algo al respecto. Las novedades son excitantes, ayudan a vivir y a trabajar.
3- Cero desarrollo profesional
Las promesas que le hicieron cuando llegó cayeron en el olvido. Desarrollo, crecimiento, promoción, nada se eso se ha producido. Llega un momento en que ya no está ni enojado, sino resignado a qué si ha de crecer no será en ese lugar.
4- No comparte la misión de la empresa
Si cuando le hablan de "la misión y la visión" de su empresa le produce, según el día, entre risa e indiferencia, es un problema. Ya sea porque no cree su discurso o porque no lo comparte. Si su forma de ver las cosas es muy diferente a la de la compañía en la que trabaja, será difícil que se sienta involucrado.
5- Su jefe no lo inspira
Hace ya mucho tiempo que ve fisuras insalvables en la figura de su superior directo. No le cree lo que le cuenta, no confía en su palabra, no le sirve como modelo ni puede apoyarse en el cuando tiene un problema.
6- No se siente valorado
Nadie parece reparar en su trabajo ni en lo que consigue con él, lo cual es nada motivador. El reconocimiento no da de comer, pero refuerza la autoestima y puede incidir positivamente en su productividad. Que, al menos, la organización manifieste que ha tomado nota y valora sus aportes forma parte de eso que llaman "salario emocional".
7- El proyecto en el que trabaja no le importa
No consigue involucrarse en el mismo ni el plano profesional ni el personal. No cree que le aporte nada de valor a nadie y menos a usted. En esas condiciones su aporte al resultado del mismo está condenado a ser pobre.
8- No se lleva bien con sus compañeros
Sólo de pensar en la fiesta de fin de año de la empresa se deprime. Las relaciones con sus compañeros son fundamentales para crear un clima laboral sano y productivo. Cuando eso falla, su estado anímico se resiente y el rendimiento cae.
9- Fantasea con irse a la competencia
Su relación con la compañía está ya en fase terminal. No sólo piensa en la posibilidad de marcharse, sino que le gustaría hacerlo al lugar que cree que más le dolería a su empleador, su máximo competidor. Un deseo que alberga algo de rencor y de revancha.
10- Se aburre
Se pasa demasiado tiempo en el trabajo para no extraer de esas horas algo positivo. Si desde que llega a su puesto de trabajo lo único que hace es mirar el reloj, contado los minutos que faltan hasta que lo liberen, no cabe duda de que ese trabajo no es para usted.
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