Tonelli, el tibio: ¿Está sorpresivamente conforme o no se anima a echar a nadie?

Parece ser que Daniel Tonelli no echa a nadie. Y al mismo tiempo, nadie se va. Nadie renuncia. Resulta más lógica la segunda opción: cada funcionario cobra más de $2.000.000, y nadie ni hasta políticamente, querría perder esa alta cuota mensual que pagamos todos y que, en cantidad, es un montón para las arcas municipales, teniendo en cuenta el grueso gabinete que aún mantiene el radical pregonador de austeridad. Que están todos adentro, o casi todos, el pueblo lo sabe desde que asumió. Tonelli tiene un gabinete gigante en cantidad, pero chiquito en calidad. La totalidad del gabinete es minúscula en capacidades, y sólo algunos pocos se destacan.

Hay funcionarios que vinieron a aprender sobre función pública en el gobierno de Tonelli, y todavía no aprendieron nada. Están reprobados. Pero el docente igual los hace pasar de grado. Mes a mes. Hay funcionarios, caso de Fernando Forgione y Sergio Falasco, que no se sabe ni qué secretaría / dirección / área ocupan ya que, todo el tiempo hasta ellos mismos le cambian de nombre. Desde que asumieron venden espejitos de colores y se burlan de la ciudadanía y, claro está, del propio intendente, porque no han concretado absolutamente nada, por más que quieran vender lo de Área Uno, hoy un yuyal al que se le cayó hasta el cartel. Se la pasaron y pasan de reunión en reunión sin cerrar nada. Otro de los casos es la Secretaría de Salud que no arranca: Athie y Spadoni ya demostraron actos de incapacidad hasta peligrosos para un funcionario, pero han safado con dos o tres pequeñeces que hacen aplaudir a todo el grupo político, encerrados en el Punto Violeta, por ejemplo. Párrafo a parte para Coty Velásquez y Carina Gres, trabajadores silenciosos, según expusieron sus pares, con poca prensa a comparación del cardiólogo y la psicóloga.

La secretaría de Medio Ambiente parecía que llegaba para comerse al mundo y nada de eso pasó. Tal es así que hasta cada vez, tiene menos gente, y Del Cerro aparece cada vez menos. Otro caso es Cultura: ya se sabe puertas afuera que Centini tiene problemas con los artistas, con los profesores, con los empleados y hasta con ella misma. Pero Tonelli la aplaude, y ella no se va. Es más, no cambia su postura soberbia frente a los problemas que presenta el área. ¿Deportes? Premios y colonia. ¿Educación? Un premio para Farroni que acompañó a Tonelli desde siempre. ¿Márquez sigue? ¿Alguien lo ve? ¿Rojas?, por lo menos da la cara...

Sólo se rescata Hacienda, con Brancatto a la cabeza, sin lugar a dudas de lo mejor. Obras Públicas que con lo que tiene ha hecho mucho; la Secretaría de Gobierno, igual, que ha reformado algunas cuestiones notorias, y la Coordinación de Gabinete, una grata sorpresa en organización y disposición a cargo de Stella Ciarello, la funcionaria que más temprano llega a la Municipalidad (marca con los empleados, prácticamente) y la que más tarde se va. También ASSAL, un sector que se ha ordenado bastante al mando de Julián Cardo.

Hay que recordar que al primero que obligaron a dar un paso al costado en el gabinete fue a Hugo Yeoman, por un grave error en el sistema de videovigilancia. Pero los que siguen...¿Porqué siguen?. Solo Tonelli sabrá. Por ahora, el Intendente es tibio con su gabinete. Permite mucho. Perdona. Y le puede costar caro...