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Tras conocerse la orden judicial de demolición de una ampliación en la vivienda junto al Museo de la Estación de Trenes, la familia que reside en el lugar ha recibido un mensaje tranquilizador. Según Nilda, una de las habitantes, el intendente Daniel Tonelli les aseguró que el municipio no procederá con el derrumbe.
La familia, que vive con sus hijos y nietos menores de edad, realizó ampliaciones en la parte trasera y delantera del antiguo edificio, que pertenece al estado. Esto motivó la orden judicial. Sin embargo, afirman no haber recibido ninguna notificación legal directa, enterándose de la situación por los medios de comunicación.
Nilda relató que, aunque no habló directamente con el intendente, un intermediario —el exconcejal Jorge Cuello— le transmitió el mensaje del mandatario. La condición para evitar la demolición es que no se realicen más ampliaciones o modificaciones estructurales en el edificio.
Con esta garantía, la familia se siente más tranquila sabiendo que el municipio no intervendrá para destruir lo ya construido.
Casos similares en la región
La situación de familias que habitan edificios públicos de las ex estaciones de trenes no es exclusiva de esta localidad. Gobiernos en Pavón, Fighiera y General Lagos han enfrentado desafíos similares, con diversas estrategias para resolverlos.
* Pavón: Una familia que reside en un edificio cercano al paso a nivel ahora solo utiliza una parte delantera de la vivienda. El resto del espacio se cerró y se usa como baño para la cancha de tejo cercana. La comuna tiene un proyecto de construir una escuela secundaria en el lugar, pero espera que los habitantes consigan su propia vivienda primero.
* General Lagos: La familia que habitaba la estación de trenes fue reubicada en un terreno al que accedió mediante un programa provincial. Aunque el gobierno local facilitó la construcción de la casa, la familia sigue abonando el terreno. El edificio de la estación ahora es un espacio multitemático.
* Fighiera: Un matrimonio de jubilados sigue viviendo en la casa junto a la estación, donde funciona la oficina de Bromatología Comunal. La gestión municipal aseguró que no tienen intención de desalojarlos hasta que tengan asegurada una vivienda. En su momento, hubo negociaciones para ayudarlos a construir en un terreno de sus hijos, pero las tratativas se suspendieron.
