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Una vecina de calle Juárez Celman al 200 manifestó su malestar por el estado de la vereda frente a su domicilio, que permanece deteriorada desde el mes de septiembre. Según relató, en ese momento personal realizó un arreglo en un caño de agua, pero el trabajo quedó inconcluso y dejó un pozo de aproximadamente medio metro de profundidad.
La situación se prolongó durante un largo período sin señalización ni relleno, hasta que, tiempo después, unos chicos que caminaban por el lugar casi caen dentro del pozo. Tras ese episodio, la vecina volvió a realizar el reclamo y la única intervención fue colocar arena en el sector, sin una reparación definitiva.
A cuatro meses de aquel arreglo inicial, la vereda continúa en las mismas condiciones, generando preocupación por la seguridad de quienes transitan diariamente por la zona.
