Exposición online permanente de Carlos Stenta

Por su disposición cronológica, nos animamos a recomendar a estudiantes y aprendices a hacer un seguimiento técnico de las obras expuestas, testimonio de que, según palabras del autor "dibujante se hace, no se nace". Y como se puede apreciar en el sitio, dibujante se hace dibujando...

Se pueden también apreciar los resultados obtenidos cuando el arte se pone al servicio de la historia, en las varias viñetas e ilustraciones de reconstrucción histórica que destacan por el caudal y calidad de la información utilizada, clara muestra de respeto y ennoblecimiento del propio arte que no por ser libre debe ser esclavo esa misma libertad.

Entendiendo que "nadie resiste un archivo", el autor permite consultar e imprimir una reseña de sus actividades culturales a través de los años, para ser consultado por quién así lo desee, pero sin interferir en la ágil navegación entre imágenes, objetivo principal del sitio.

EN DIALOGO CON EL AUTOR

¿Cuándo descubriste que te apasiona dibujar?

Carlos Stenta: No recuerdo no haber dibujado. Sería como tratar de recordar cómo era cuando uno no sabía leer o escribir. En ese sentido el dibujo -y también lo gráfico en general, la afición al cine, la historieta y la música- son de esas cosas que parecen haber venido con uno.

¿Qué te inspira o impulsa a la hora de sentarte y tomar el lápiz?

C.S.: Hay una necesidad de fijar algo que se escapa, que se resiste a ser apresado y pegado al papel. Pero esta necesidad es común a todo arte, está en el corazón de toda poética. En el dibujo en particular, la característica del lápiz es delimitar. De hecho: la línea corta el plano en dos, estableciendo un lado de acá y un lado de allá. Se puede decir que con la predisposición hacia lo lineal viene alguna necesidad de dividir, separar, organizar, componer y recomponer que va más allá de aquello que se puede decir con palabras. Para complicar las cosas, después aparecen los grises, que borronean la línea, y el dibujo se va haciendo entre lo que se va fijando y lo que se va moviendo. Es decir que toda inspiración, si existe, es una especie de inquietud que después tomará una forma gráfica, pero nunca del todo, por eso en cada dibujo se vuelve a empezar.

¿Cómo nació la idea del sitio?

C.S.: Hay varios motivos. En principio explotar las posibilidades maravillosas de esta tecnología cada vez más socializada, que a la vez que permite difundir las obras, me permite hacer del sitio un espacio absolutamente democrático, tanto en su accesibilidad como en la posibilidad de descargar el material que se desee. En esto último el trabajo del diseñador web Sebastián Medina ajustando la página para que pueda ser accedida desde casi cualquier pc y con un mínimo de velocidad de navegación ha sido preciso y excelente, al igual que el trabajo de Camila Huerga pasando a castellano responsablemente los textos con referencias militares e históricas. Y por último, pero no menos importante, la siempre presente necesidad de compartir la propia producción, porque aunque siempre se dibuje "para uno mismo", es el otro quién, indefectiblemente, con su mirada lo completa.

¿Qué esperas transmitir con tus obras o que esperas que le genere a la gente al verlas?

C.S.: El sitio muestra como totalidad algo que incluye muchas variantes. Hay ejercicios en los que se trata de aprender o explorar una técnica, hay obras donde el modo en que se distribuyen las formas y los tonos está planeado con sumo cuidado y otros donde la improvisación es absoluta y todas las formas fueron imprevistas. Creo que invirtiendo la pregunta la respuesta se hace obvia: ¿Qué podemos decir que no sea sobre nosotros mismos, nuestras emociones y valores, nuestras ansias y temores? ¿Por quién otro que no sea uno mismo podemos hablar? Así, los dibujos -formas, tonos y colores- son siempre una versión codificada de uno mismo, y a veces este código propio encuentra alguna afinidad con el de otros. Pero remarco e incluyo en este supuesto que en la preocupación por documentarse antes de ilustrar un arma determinada debe leerse una idea de responsabilidad frente al espectador, una afición a la historia, un reconocimento del estudio y las ganas de aprender tanto como la responsabilidad al enseñar. Y la obra quiere funcionar como disparador de sensaciones y pensamientos que, antes de ser terminada y expuesta, pertenecían solamente al autor en su más íntima soledad.

La invitación queda hecha, como dijimos, a un click de distancia.
Pasen y vean: www.dibujosdelpago.com