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Durante su discurso, el cual no se extendió por más de 10 minutos, el intendente Nizar Esper hizo un repaso de su carrera política que comenzó con el ex intendente Don Pedro Spina y habló de su paso por el concejo, de la creación de la Agrupación Trabajadores Peronistas que en el 2012 lo promulgaron como el futuro intendente y de la decisión que, a posterior, lo llevó a postularse. Tampoco dejó de mencionar a su grupo de trabajo “Gestión Joven” y de recordar, con entero orgullo, que ganó las elecciones pasadas gracias a la confianza que le depositó gran parte del electorado.
Esper manifestó que se siente “un bendecido” con la función y la responsabilidad que tiene desde estos momentos y le pidió a la gente que les tenga paciencia tanto a él como a su equipo de trabajo ya que la situación en Arroyo Seco “es complicada” dado que según a su criterio, Arroyo Seco “es un barco hundido” que “hay que reflotar”.
“Creo que la familia de los trabajadores municipales son la columna vertebral que va a lograr ponerle pie a nuestro Arroyo Seco, de esto estoy convencido. Por eso les pido que dejemos rivalidades e intereses personales a un lado y nos pongamos todos una misma camiseta, la del bien común y el progreso de nuestra querida Arroyo Seco”, expresó el ahora jefe del ejecutivo municipal y que antes de finalizar agregó como lo dijo en campaña: “Un cacique no es que manda sino el que obedece la voluntad de su pueblo. Por eso desde este momento me pongo a disposición de cada uno de ustedes para lo que necesiten porque creo que la voz de los ciudadanos debe ser escuchada, debe ser atendida y debe ser entendida; ya que expresa lo que siente una ciudad en su conjunto”.
Por último aprovechó para agradecer a su esposa e hijos, a su hermano que viajó desde Reconquista para acompañarlo en la asunción y en representación del resto de su familia que no pudo estar presente.
