Pedro Ugarte, vecino de calle Alvarado al 400 y además agente de la GUM, fue quien padeció la picadura ayer mientras estaba trabajando en su casa.
Dijo que sintió que algo le caminaba por la espalda pero nunca pensó que se trataba de un alacrán. Ante esta incomodidad y no sabiendo de qué se trataba, realizó un movimiento mecánico con intenciones de sacárselo de encima y fue entonces que este arácnido llegó a punzarlo en uno de los dedos de su mano. “Fue un dolor terrible que no se lo deseo a nadie”, esbozó Pedro que afortunadamente hoy ya se estaba recuperando.
Comentó que inmediatamente después del impactante episodio, se apresuró a matar al escorpión, lo introdujo en un frasco y rápidamente acudió a la clínica Martins donde le aplicaron dos inyectables para tratar de calmarle el fuerte dolor que sentía. Permaneció en observación y al no presentar los síntomas típicos de un cuadro grave; pronto recuperó el alta y ahora ya está en su domicilio nuevamente.