Eduardo Arrieta, vecino de nuestra ciudad, se encontró con una detestable sorpresa el pasado domingo cuando asistió con su familia al Cementerio “San Roque” a visitar a su hijo y a sus seres queridos: “Cuando me acerco al columbario donde descansan los restos de mi nene, desde hace ya 10 años, encontré todo roto. Yo le había puesto en su nicho una especie de pecera con juguetitos adentro, un detalle que queda lindo para nosotros, y lo encontramos roto y hasta le sacaron gran parte de sus juguetes, se los robaron”, expresó acongojado.
Perplejo por la situación, el hombre añadió que “no tenemos ningún problema con nadie, creo que esto es puro daño, y es la tercera vez que me pasa. No le echo la culpa a nadie porque no vi a nadie, pero he visto que donde hay vidrios en los nichos salen todos rotos o dañados”. Consecuentemente, esgrimió que “habíamos pensado que por allí el viento había arrastrado algo que haya impactado contra la pecerita, pero los juguetes no están desparramados ni nada, directamente no están en ningún lado. Rompen y tiran, pura saña y daño”.
Por último, denotó que tanto él como su familia conllevan ese sentimiento de impotencia ante esta situación: “Mi hijo falleció al nacer, en agosto va a hacer 10 años que descansa ahí. Era un detalle que yo tuve el de la pecera y los juguetitos, y que roben así me duele, porque aparte no es la primera vez que pasa. Siento mucha impotencia, nosotros y mi familia, no se pueden ensañar con los seres que no molestan”, finalizó.
Se trata de un hombre que tiene domicilio en Rosario. Fue encontrado anoche por personal de la Guardia Urbana Municipal, asistido por AMAS y trasladado al Hospital Provincial N° 50 donde fue atendido, higienizado y desde donde se arbitró su regreso a la casa de sus hijos.