Frente a la muni. La presentación de la balanza estuvo presidida por el intendente Nizar Esper y se llevó a cabo frente al Palacio Municipal. Foto: Archivo AD
El 13 de marzo del año 2017, la Dirección de Vialidad Provincial y la municipalidad de Arroyo Seco rubricaban un convenio de comodato para que la ciudad pudiese contar con una balanza para el pesaje de camiones.
Finalmente después de algunas semanas, el 4 de abril del mismo año, llegaba la balanza móvil. La finalidad de controlar el peso de los transportes pesados que circulan por la zona es detectar irregularidades y de esta manera evitar que las calles y la misma ruta se deteriore por el paso constante de este tipo de vehículos que muchas veces hacen caso omiso a la ley vigente.
La balanza que llegó a Arroyo Seco está homologada por el INTI - Instituto Nacional de Tecnología Industrial -; organismo que controla todos los equipos de medición oficiales.
El peso permitido para el transporte de cargas es de hasta 45 mil kilos y de 30 mil kilos para los chasis. Mientras que se remarcó que, por ejemplo para los camiones que salen del campo y que no cuentan con balanzas, hay una tolerancia de hasta mil kilos de exceso. Entre tanto, para los que superen el máximo de kilos permitido y, por ende, transgredan lo establecido; se les labrará automáticamente un acta de infracción y será el Tribunal de Faltas quien evalúe cada caso para luego mediante cálculos matemáticos establecer cuánto deberá abonar el infractor por el exceso. Las multa son variables y responden a una tabla de valores que es un valor multiplicador entre el exceso por una cantidad de UF (Unidades Fijas). Esa cantidad de UF que arroje el exceso se multiplica por el valor de la nafta súper del día y deriva en el monto a pagar.
A un año de contar con la balanza, los controles se realizan pero quizás no de manera eficiente. Con los que mayor problema existe es con aquellos que transitan cargados con arena y materiales. Los vecinos denuncian permanentemente el paso constante de transporte pesado por el ejido urbano por ejemplo por la avenida Juan B. Justo que es una extensión de la ruta y tiene salida rápida hacia la 21. Asimismo el camino al Rowing es otra de las trazas con una circulación desmedida de camiones areneros y lo más lamentable es que el tránsito pesado sigue destruyendo nuestras calles pavimentadas. Tal es el caso de calle San Nicolás y su intersección con Rivadavia donde la gente de las inmediaciones hizo público en sendas ocasiones que después de inaugurada la obra de repavimentación el tránsito pesado siguió pasando con “normalidad” por la zona.