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Los hechos fueron muy similares a los que la familia de comerciantes sufrió hace 5 años atrás. Los responsables del atraco fueron, en principio, dos mujeres y tres hombres armados. Guillermo Gonfiantini estaba en el negocio al momento del asalto, fue golpeado y atado con precintos.
Del negocio a la casa. Lo llevaron al living de la propiedad familiar y lo lastimaron.
Eran alrededor de las 7 de la tarde, los hechos acontecieron en el conocido negocio de calle 9 de Julio 130. Hace cinco años atrás sufrieron un asalto de similares características y ahora el caso se repite.
En el negocio se encontraba Guillermo Gonfiantini. Según su relato, ingresó una pareja que se mostró interesada en comprar un juego de alianzas, pero después de varios minutos entraron varias personas más, que lo redujeron y saquearon todo lo que pudieron.
Les llevaron paños de oro y plata, relojes, pertenencias personales a la víctima y hasta una guitarra que tenían a la venta. Pero lo peor fue que Guillermo resultó golpeado por estos sujetos que hasta lo llevaron a recorrer la parte trasera del negocio y lo obligaron a ingresar al living de la propiedad familiar. A consecuencia de la agresión recibida, presentaba un corte en labio y, cabe decir también, que lo dejaron atado con precintos. Posteriormente fue atendido por emergencias AMAS.
Tras el hecho se presentaron en la comisaría 27ma que está a tan solo unos 70 metros del comercio. Sin embargo, no había nadie que los atienda.
Ya con el aviso al Comando Radioeléctrico, una unidad llegó al lugar y relevó los primeros datos. Mientras que con alguna otra información que fue llegando, se seguían revisando las cámaras de seguridad con monitoreo municipal.
Entre tanto y pasada 1 hora y media; recién ahí llegaron dos oficiales de la comisaría a tomarles algunos datos y a “invitarlos” a hacer la denuncia. Indicándoles que no debían tocar nada hasta que la PDI se haga presente.
Al momento, se sabe que la policía trabaja con algunas informaciones concretas que habrían aportado testigos que casualmente pasaban cuando la banda de delincuentes se retiraba del lugar. También se aguardaba que la cámara privada de la Heladería Grido que está al lado de la joyería pudiera aportarles alguna imagen que ayude en la pesquisa.
