El templo funciona sobre calle Hipólito Yrigoyen 366. Esta mañana, quienes concurren a sus instalaciones, advirtieron que dañaron la cartelería corpórea.
Hacia los primeros días de diciembre del año pasado, esta misma iglesia sufrió un acto de vandalismo de similares características cuando autores desconocidos rompieron el cartel luminoso, que por cierto, todavía no han logrado reponer.
Este reciente caso causó repudio y desde Cielos Abiertos se lamentaron profundamente por este nuevo hecho sin sentido alguno.