Al culminar el intercambio entre comerciantes y gobierno municipal esta mañana frente al Centro Cultural Guillermo Furlong, un grupo pequeño de trabajadores muy afectados por las restricciones se quedaron para dialogar con el intendente municipal Nizar Esper, entre ellos referentes de canchitas de fútbol 5 y gimnasio.
El "Pato" Gigli, titular de una de las canchas de nuestra ciudad, le preguntó al mandatario que alternativa había para ellos, ya que llevan 6 meses sin poder abrir con normalidad, y recibió dos veces a la policia "abriendo a escondidas como un delincuente". Esper le respondió que ahora no había nada por hacer, que "legamente no puede abrir" y que la policía va a seguir yendo porque responden a denuncias de vecinos a las que deben responder. Le adelantó que a corto plazo iba a llegar dinero para poder asistir a ese tipo de rubros.
"¿Y mientras tanto qué hago?" insitió el comerciante insatisfecho con la respuesta; "Y que querés que haga, que vaya yo a pagarte el alquiler, no lo puedo hacer", respondió el intendente en tono normal delante de la cámara de varios medios, resaltando que no son restricciones impuestas por su gobierno.
Gigli comentó que en todo este tiempo solo recibió un subsidio que gestionó de forma personal, y que conoció de casualidad por comentarios de otros propietarios de Rosario a través de una cámara que los núclea. Nadie del municipio se acercó ni los convocó para buscar alternativas de subsistencia.