“La Municipalidad no responde, la problemática sigue y esta empresa se expande”, advirtió la impulsora del reclamo.
Acompañada con la firma de unos 300 vecinos de la ciudad, la doctora Giuliana Bertocchini presentó el jueves pasado una denuncia por olores nauseabundos en la zona norte en la delegación del Ministerio de Medio Ambiente de la Provincia de Santa Fe, ubicado en Montevideo 970 de la ciudad de Rosario.
En el escrito solicita, a raíz de la falta de respuesta municipal, que personal especializado de Provincia se encargue de investigar si los olores nauseabundos que soportan desde hace meses, provienen del criadero de cerdos Calzin S.A. que se encuentra ubicado en la continuación de la calle San Martín (cruzando el arroyo Seco) y de ser así, que obliguen a la empresa a tomar medidas que terminen con el problema.
Giuliana declaró que debió tomar la iniciativa por la indiferencia municipal sobre el problema después de “haber mantenido una reunión con concejales, con el jefe de habilitaciones Damián López, y la ingeniera ambiental Eliana Bellandi donde se prometieron cuestiones que no se cumplieron”. En ese sentido, recordó el compromiso de notificar a la empresa y exigirle un mecanismo de ventilación para evitar la propagación de olores, “pero eso evidentemente no ocurrió”.
Además advirtió que vive a pocos metros de la empresa y como desmalezaron un campo que se encontraba en el medio de su casa y el criadero, puede ver una clara expansión de la firma.
“En la denuncia explícitamente adjunto todo lo que sucedió desde que empecé el reclamo en octubre del año pasado hasta el día de hoy, y adjunto la presentación que hice en octubre en mesa de entrada de la municipalidad para tener una entrevista con el intendente o alguien de salud porque no había nadie de medio ambiente para evacuar mis dudas y nunca me respondieron esa nota. Yo empecé a dar entrevistas en los medios de comunicación, Spina (Adrián) dijo que se iba a comunicar conmigo y no lo hizo; adjunte links de notas, páginas del diario, con manifestaciones públicas que hicieron funcionaros públicos y la ingeniera Bellandi donde ellos determinan y aseguran que el olor proviene de Calzin”.
“Nuestra finalidad no es que la empresa cierre ni que se pierdan los puestos laborales, al contrario, es lograr una convivencia pacífica: que ellos puedan trabajar y que nosotros podamos desenvolvernos cotidianamente de manera adecuada, sin tener que soportar tanta invasión a nuestros derechos, nuestro derecho a la salud, nuestro derecho a la propiedad, y por eso es que solicitamos a Provincia que se ocupe de este tema”, expresó.
Relató que la persona que recibió el documento en Rosario le dijo que “estaban al tanto de la situación, que los ingenieros se encontraban trabajando en el tema, y que esta iniciativa vecinal iba a acelerar el proceso”. Además mencionó que no fue fácil juntar firmas en medio de la pandemia, tratando de que nadie quede expuesto al contagio, y no obstante logró 300 adhesiones en solo una semana. Comentó que con ese fin, recibió ayuda de mucha gente, y nombró entre ellos a La Cámpora y Julián Cardo (referentes de distintos partidos), dejando en claro que la medida no está asociada a ninguna estrategia política, sino más bien, fue la forma que encontraron de visibilizar un problema que el municipio no quiso ver.
“Nos sentimos desamparados por el poder ejecutivo municipal, que es quien tiene la facultad para generar inspecciones en las empresas que se instalan en la ciudad y controlar que eso no pase. La municipalidad no responde, la problemática sigue, y esta empresa se expande y probablemente en el verano si no hacen algo la vamos a pasar muy mal, especialmente los vecinos de la zona norte. Espero que se pueda llegar a una solución y a un mayor compromiso del ejecutivo en cuanto a cuestiones de medio ambiente, me da la sensación que cualquier empresa puede venir a instalarse a la ciudad sin que nadie controle, ni inspeccione, que no contamine ni genere molestias. La ingeniera Bellandi dijo que la empresa trabaja con un permiso de suelo y una habilitación provisoria, ni siquiera tiene habilitación definitiva porque el ministerio no se expidió y a pesar de eso se sigue expandiendo, trayendo más cerdos, haciendo más galpones, sin que hayan hecho una inspección”.
Finalmente la abogada informó que la semana próxima debe contactarse con el ministerio para conocer cómo avanza el expediente y saber si los técnicos especializados confirman de dónde vienen los olores, ya que hasta ahora solo tienen sus sospechas y las declaraciones de algunos funcionarios. “Puede venir de ahí”, culminó.