La aplicación de multas por el no uso del barbijo fue decretado por el Intendente Nizar Esper a comienzos de la cuarentena, donde además se establecían las infracciones por incumplimiento de las obligaciones que tienen los rubros comerciales habilitados. Hasta el momento no se ha aplicado ninguna multa por infringir las medidas sanitarias vigentes. El debate quedó instalado en el Concejo: en tiempos donde crece el número de contagios, ¿hay que avanzar en la aplicación de multas?, ¿en campañas de concientización? O en ambos.
El concejal Daniel Tonelli presentó un proyecto de ordenanza para implementar la figura del preventor, propuesta que fue rechazada por el Intendente Nizar Esper en una de las últimas reuniones con el Concejo para afrontar medidas sanitarias y epidemiológicas en la ciudad.
Dado que varios empleados municipales se encuentran sin poder desarrollar su trabajo, producto de la pandemia, el concejal Daniel Tonelli elevó un proyecto de ordenanza que busca capacitar al personal para conformar un cuerpo de preventores de cercanía con el vecino para realizar campañas de concientización sobre medidas de prevención contra el Covid-19.
Esta proposición generó un debate en el recinto con el concejal Miguel Ángel Coradini, quien considera que, más allá de las campañas de concientización, hay que aplicar multas por las infracciones y un mayor control por parte de la Municipalidad: “hay un libertinaje. Somos hijos del rigor y no vamos a convencer a nadie, estoy de acuerdo que se prevenga pero hay que tomar medidas. Quien no use barbijo hay que llevarlo preso, aunque sea una hora, molestarlo, si no quieren cobrarle la multa. Pero este sistema de ir a advertirle que lo use, no sirve. Hay que aplicar una ética dura. Y en relación a las fiestas, la persona que lo permita, hay que aplicarle una multa cara. No vamos a concientizar a nadie. En este país lleva cada vez más años concientizar a la gente. ¿Alguien realmente considera que la Municipalidad no tiene herramientas para controlar las fiestas privadas? Se habla mucho y se hace poco”.
El edil del Frente Progresista Cívico y Social disiente con el abordaje de la situación: “si vamos con una impronta autoritaria vamos a fracasar. La cuestión es hacerlo de una forma amigable, respetable. Por eso propongo la figura de los preventores que son personas que recorren los barrios, espacios públicos y tienen la posibilidad de entregar materiales, dialogar, de cuáles son los cuidados sanitarios, insistir en el distanciamiento, las prevenciones del uso del barbijo. Hay un cuerpo de inspectores y de control que hoy tienen la posibilidad de realizar esta tarea. No es difícil. Abandonemos la política conservadora y las prácticas de la época de los 90 que no va más. Cambiemos la relación con la ciudadanía. Trabajar con alguna forma de estar presentes en los espacios públicos” manifestó.