La información fue denunciada por trabajadores de la salud de nuestra ciudad que manifestaron su descontento.
El Secretario de Salud Dr. Silvestre Mendoza reconoció que entre 6 y 7 empleados de su secretaría recibieron la vacuna rusa Sputnik V el sábado pasado en Rosario, dentro de un grupo de 38 personas vacunadas.
Según contó se armaron tres listas con personal del Hospital 50, el Centro de Salud Ramón Carrillo y la propia secretaría municipal.
La directora del hospital, Dra. Florencia Mansilla informó que en su caso decidió no enviar a todo el personal junto ya que si todos tenían síntomas posteriores, los servicios quedaban descubiertos. "Hubo dos o tres casos que no quisieron, algunos de vacaciones", mencionó la directora asegurando que el porcentaje de trabajadores vacunados en la actualidad es "muy poco". Ella resolvió no vacunarse teniendo en cuenta que puede llegar a tener que cubrir algunas guardias.
En el caso del centro de salud, "fueron casi todos", y entre ellos la coordinadora psicóloga María de los Ángeles De Rienzo. La dra. Ramacciotti prefirió esperar.
En cuanto a la secretaria, fue el Dr. Mendoza quien nombró a los "6 o 7" privilegiados con el argumento de haber estado disponibles para colaborar con tareas de riesgo de contagio durante la cuarentena. Así fue que recibieron la dosis personal administrativo que colaboró en el operativo Detectar, enfermeros que ingresaron a geriátricos con COVID y choferes de unidades de traslado de personas y mercaderia "que también tienen riesgo".
No obstante lo más llamativo fue la vacunación del Secretario de Cultura y presidente del SAMCo Franco De Cristófano, el abogado del CAF Martin Livolti y el propio Mendoza, todos personal político de la municipalidad.
La exposición de Mendoza pudo verse en varias situaciones durante la pandemia, para Livolti el argumento fue que "muchas veces acompaña o atiende personas con COViD" y en el caso de De Cristófano aseguró que "siempre me acompañó para hacer hisopados".
"Todos van a tener la vacuna", aseguró Mendoza tratando de tranquilizar los reclamos. También aportó que no había un cupo definido y fueron todos los que estaban en las listas.
Por su parte Franco contó que no pidió la vacuna, pero le preguntaron si quería vacunarse y dijo que "si podía sí". Su argumento es haber acompañado al Dr. Mendoza en varios hisopados e ingresar por lo menos dos veces por semana al efector público por gestiones del SAMCo.