Sin grandes gestas internacionales ni hitos históricos en el deporte nacional, el 2025 se despide marcado por el reparto de títulos en el ámbito local y un recambio generacional que busca su rumbo.
El 2025 baja la persiana y, al repasar el calendario deportivo, la sensación es de una transición silenciosa. A diferencia de años anteriores marcados por vueltas olímpicas de la Selección o consagraciones continentales, este ciclo se caracterizó por la paridad extrema en el fútbol doméstico y un perfil bajo en las disciplinas olímpicas y colectivas nacionales.
Fútbol: La era de la paridad
Si algo definió al fútbol argentino este año fue la falta de un dominador absoluto. El dato es contundente: ocho equipos diferentes gritaron campeón a lo largo de la temporada entre los distintos formatos de competencia (Liga Profesional, Copa de la Liga, Copa Argentina y las respectivas supercopas).
Este fenómeno de "títulos repartidos" refleja una paridad que, si bien aporta emoción hasta el final, también desnuda la irregularidad de los equipos denominados grandes y el crecimiento de los clubes del interior y del Gran Buenos Aires, que supieron aprovechar sus momentos.
La deuda internacional
En el plano de la Copa Libertadores y la Sudamericana, el 2025 dejó un sabor amargo. Los representantes argentinos no lograron romper la hegemonía brasileña, quedando fuera de las instancias decisivas. La brecha económica con el país vecino volvió a ser el factor determinante que impidió a los clubes locales recuperar el trono continental.
Deporte Nacional: Un año sin "Grandes Hitos"
Fuera del césped, el deporte argentino transitó un año de "mantenimiento".
Selecciones Nacionales: Sin Mundial ni Copa América de mayores en el horizonte masculino, el foco estuvo puesto en las eliminatorias y en el fogueo de nuevos talentos bajo el mando de Lionel Scaloni.
Polideportivo: Tras el ruido de los Juegos Olímpicos anteriores, el 2025 fue un año de preparación y recambio para muchos atletas de elite. Las actuaciones en mundiales de distintas disciplinas fueron sólidas, pero faltó esa medalla o ese podio que paralizara al país.
El 2026 asoma con una expectativa diferente. Con el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá en la mira, el deporte argentino cierra un capítulo de perfil bajo para empezar a soñar con volver a los primeros planos mundiales.
Con solo 17 años y el respaldo de Red Bull, el joven nacido en Italia confirmó que dejará de competir con licencia europea para llevar la bandera argentina en la antesala de la F1.