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El Canalla venció 2-0 a Quilmes en el Gigante de Arroyito. El delantero, uno de los refuerzos del plantel de Russo, marcó los dos goles del éxito: uno a los 42’ del primer tiempo y otro a los 35’ del segundo.
En su esperado regreso al fútbol grande de la Argentina, Rosario Central superó a Quilmes por 2-0, en el comienzo del torneo Inicial. Una multitud acompañó al equipo de Russo en el Gigante de Arroyito y vibró con los goles del Chino Luna, uno de los refuerzos, que marcó los dos tantos de la victoria y le dio los tres puntos.
El Canalla se planteó ser protagonista desde el inicio. Controló la pelota y el desarrollo del primer tiempo desde los pies de Carrizo y Encina. Con ellos se instaló en campo rival y trató de conectar con Medina o Luna, que se movieron permanentemente para mostrarse como opciones.
El Sapito, uno de los destacados, pudo haber marcado el primero a los 14’, cuando un centro frontal suyo superó a un Peratta que calculó mal en la salida y la pelota dio en el palo. Poco después, a los 22’ Darío Herrera anuló un gol de cabeza del debutante Donatti por una falta inexistente en el ataque Canalla.
El Cervecero, con el debut de Nelson Vivas como DT, poco generó en ese capítulo inicial. Tuvo dificultades en la recuperación y en la gestación y hubo que esperar casi 30 minutos para que un movimiento incomode a Caranta.
Pero Central siguió controlando las acciones y tuvo su premio. Fue a los 42’, cuando el El Chino Luna bajó con el pecho un pase exquisito de Nery Domínguez, tiró la diagonal y definió de zurda y cruzado para vencer a Peratta y poner el 1-0.
Casi como un amor a primera vista, el delantero se presentó con la camiseta de Central y pegó su primer grito en menos de un tiempo. Y el público, que explotó con el ansiado grito en Primera, devolvió con un “olé, olé, olé, Chino, Chino”.
Ya en el complemento, Quilmes mostró otro compromiso y otro ímpetu. Fue a buscar la igualdad y tuvo en Abecasis, que ganó permanentemente por la derecha, una de sus cartas para acercarse al empate. Y en un centro del lateral, Carrasco dejó en el palo un cabezazo que podría haber cambiado el rumbo del partido.
Pero Luna volvió a ser importante. Por su efectividad y porque apareció en los momentos justos. Lo hizo en el primer capítulo y en el segundo, cuando el Cervecero crecía en el juego y amenazaba con complicar la noche. A los 35’, el Chino ganó de cabeza en el área y sentenció el 2-0 decisivo.
Así fue el retorno de Central a Primera luego de tres años. Con un buen primer tiempo, con la garantía de que Nery Domínguez sigue creciendo y será otra vez un pilar fundamental en la campaña y con la ilusión de tener en Luna a un goleador intratable. Por lo pronto, sumó tres puntos importantes y ahora piensa en River, equipo al que visitará el viernes a las 21.15.
