Con tantos de Maxi Rodríguez, a los 37', y de Pomelo Mateo, a los 11' del complemento, superó claramente al cervecero y cada vez está más firme en la punta del Torneo Inicial
A Newell's le sobra chapa en el torneo. Tiene argumentos de sobra. Cuando no impone condiciones desde el funcionamiento colectivo, lo hace por el peso de sus individualidades. Cuando no juega del todo bien, como en el primer tiempo de hoy ante Quilmes, lo termina definiendo por la jerarquía de alguno de sus jugadores. Y cuando juega bien, como hoy en el complemento, saca una diferencia abrumadora en el juego y en el trámite. Mucho más que lo que muestra el mezquino 2-0 final de la Lepra ante el cervecero en el sur del Gran Buenos Aires.
Fueron dos, pero pudieron ser varios más, de no ser porque el pibe Fabián Muñoz no anda derecho para el arco, porque dilapidó varios situaciones, algunas de las cuales fueron muy claras en un complemento en que la Lepra impuso condiciones casi a voluntad ante un Quilmes irresoluto e inoperante. O en esa pelota que Maxi le picó a Peratta y que se fue afuera, pese a que la jugada merecía ser gol.
Un complemento en que no dejó margen para dudas, monopolizó el balón, tuvo un dominio abrumador en el juego y generó muchas situaciones de gol, al punto que en todo momento dio la sensación de estar mucho más cerca del tercero y del cuarto que el cervecero del descuento.
Claro que mucho antes de eso, cuando el partido era parejo y Newell's no lograba imponer su supremacía en el juego, le bastó con un par de apariciones de su mejor jugador, Maxi Rodríguez, para inclinar la balanza de los méritos en su favor y sacar una luz de diferencia, merced a la jerarquía de la Fiera, que está intratable.
En la primera armó una jugada fenomenal que comenzó y terminó él, pero que Peratta le ahogó el grito de gol. Y en la segunda, la comenzó la Fiera y llegó por el segundo palo para empujar el balón, tras un buen centro de Muñoz, para poner en ventaja a la Lepra y comenzar a definir el pleito.
El gol de Pomelo Mateo, en el arranque del complemento, terminó de rubricar en el marcador las diferencias que hay en el juego entre un equipo y otro y de sepultar las expectativas de los quilmeños.
Los minutos restantes sirvieron para que Newell's consolidara su idea de buen juego y convierta a Peratta en el mejor jugador de Quilmes, al punto de evitar una goleada con varias atajadas espectaculares.
Todo esto en una semana en que varios jugadores de Newell's estuvieron entre algodones, como el Gringo Heinze y Víctor Figueroa —también tuvo fiebre—, que debieron recuperarse de sendas lesiones, y de Maxi y Mateo, que dejaron atrás un cuadro gripal.
En definitiva y cuando el torneo ya dobló el codo, Newell's volvió a demostrar que le sobran argumentos para mantenerse en lo más alto de la tabla y seguir mirando a todos desde arriba y para aspirar al bicampeonato. El pueblo leproso sueña con eso y el equipo lo cimenta con sus actuaciones en la cancha.