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El Cervecero y la Academia repartieron puntos en el estadio Centenario. Igualaron 1 a 1 con los goles de Caneo, para el local, y el juvenil Dinenno para los de Merlo.
Quilmes fue más que Racing Club pero no pasó del empate (1-1) en el sur del Gran Buenos Aires, en el encuentro correspondiente a la 16° fecha del Torneo Inicial. Miguel Caneo, a los 40 minutos del primer tiempo, puso en ventaja al equipo local; mientras que Juan Ignacio Dinneno, a los 2 del segundo período, decretó la igualdad para el conjunto de Avellaneda.
Con este empate, Quilmes, que lleva seis partidos sin ganar como local, llegó a 19 puntos; en tanto que Racing, penúltimo, alcanzó las 9 unidades.
El Cervecero, con un 4-4-1-1 marcado, controló el juego en la mitad de la cancha, cortó el circuito futbolístico de su rival, manejó mejor la pelota y fue un poco más profundo. Todo esto a partir del despliegue y la marca de Rodrigo Braña y la conducción de Caneo.
Así, el equipo que dirige Giunta tuvo dos chances, en los pies de Jonathan Zacaría (9m.) y Sebastián Romero (36m.), antes de abrir el marcador.
Pero Quilmes se puso en ventaja, a los 40 minutos, con un gol de Caneo ante la pasividad de la defensa de Racing.
El conjunto que conduce Merlo, con un 4-4-2 que por momentos mutó a un 4-3-3, falló en todas las líneas. Primero tuvo un par de grietas en defensa, poco juego y marca en el mediocampo y escasa profundidad en ataque. De hecho por un error del fondo llegó el tanto de Caneo y por su apatía futbolística no generó ninguna situación de gol.
No obstante, en el comienzo del segundo tiempo, Racing igualó con un gol de Juan Ignacio Dinneno (2m.), quien había ingresado por Luciano Vietto (salió por una contractura).
Pero Quilmes siempre fue más ambicioso no sólo por los cambios de Giunta sino por las situaciones de gol que generó: Matías Morales (12m.), Romero (29m.) y Caneo (35m.).
Y en eso tuvo mucho que ver que pasó de jugar de un 4-4-1-1 a un 4-3-2-1.
Pero más allá de las ambiciones de uno y otro, el resultado no se modificó y el empate le dejó un sabor más dulce a Racing que a Quilmes.
