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Vélez frenó el envión de Boca y quedó al acecho

En Liniers, el local se impuso por 1-0 con gol de Zárate y quedó a dos puntos del líder, Colón. Los de Bianchi, que venían de vencer a Estudiantes, buscaron el empate hasta el final, pero fallaron en la definición. Riquelme no ingresó.

Zárate, el goleador del torneo, festeja su gol junto a Cabral, mientras Rivero se lamenta. Foto: DYN

Zárate, el goleador del torneo, festeja su gol junto a Cabral, mientras Rivero se lamenta. Foto: DYN

Volvió a perder Boca. Esta vez fue en Liniers, por 1-0 ante Vélez con un gol de Mauro Zárate. Pero para Carlos Bianchi seguramente esta derrota no significa lo que significaron otras derrotas. El entrenador prescindió de Juan Román Riquelme, que permaneció en el banco de suplentes, cuando la visita en el complemento se arrimaba al arco de Sebastián Sosa y merodeaba el empate. Si el Virrey prefirió guardar a Román es porque entiende que perder así no está tan mal.

Lo cierto es que en el desarrollo del partido, un empate no estaba para nada mal (tampoco si Vélez ganaba por una diferencia apenas mayor). Porque Boca en el segundo tiempo mostró otra cara, a pesar de sus falencias defensivas, de su actitud timorata y de su carencia de ideas para atacar. Fue mérito de la visita, pero también permiso del local, que cuidó piernas pensando en la Copa Libertadores.

En el primer tiempo, Boca plantó un claro 4-4-2, pero Pablo Ledesma y Fernando Gago perdieron siempre con Lucas Romero. El pibe de Vélez es dueño del medio campo cada vez que juega. Recupera rápido la pelota y la juega casi siempre bien. Desde esa base, Vélez construyó un triunfo cómodo que al final se le complicó. Dio le sensación que el local marcó la diferencia cuando aceleró y después jugó a cuidar el resultado sin sufrir lesiones. A los 28, Mauro Zárate marcó el único gol del partido tras dominar un pelotazo largo y quebrarle la cintura a un tibio Daniel Díaz. El delantero se fabricó el espacio en el área y sacó un derechazo contra el palo derecho de Orion, que ni cerca de rozar el balón estuvo.

El gol de Vélez (la decisión de Vélez de acelerar) llegó minutos después de una triple atajada de Sebastián Sosa. El arquero ex Boca primero dio un rebote largo tras un remate desde afuera del área de Sánchez Miño, y después le tapó el gol a Gigliotti dos veces.

El rato que Boca estuvo en desventaja en el primer tiempo fue lo peor que mostró el equipo de Bianchi en Liniers. Perdido, desorientado, sin la pelota y con muchas dudas para tomar las marcas. Apenas un pelotazo, un delantero que le peine y otro que pique al vacío eran suficientes para complicar a Díaz y a Forlín.

Para el segundo tiempo, José Flores retrasó a Vélez. A ahorrar energías y tratar de golpear de contra. Y fue Boca el que quedó con la pelota y el terreno para buscar el empate. Fue tibio Boca, pero logró poner en apuros a su rival. Un par de cabezazos de Gigliotti y un centro que bajó Juan Manuel Martínez (ingresó por Diego Rivero) para Luciano Acosta que Sosa desactivó por la velocidad de sus piernas para tirarse sobre los pies del pequeño delantero de Boca para desviar el tiro al córner.

Pratto salió con una molestia y en su lugar ingresó Brian Ferreira (antes Allione le había dejado su lugar a Correa y Cabral a Desábato) y en los minutos finales con los pibes de piernas frescas Vélez pudo haber ampliado el marcador. Lo tuvo Mauro Zárate pero su remate se fue por encima del travesaño y hasta Sebastián Domínguez quedó mano a mano con Orion tras una corrida por derecha, pero definió apenas como un buen defensor cansado tras cruzar el largo del terreno de juego. El 1-0 para Vélez fue suficiente y lo dejó con 10 puntos a dos del líder Colón. El 0-1 para Boca y para Bianchi al final no fue tan catastrófico. Si hasta el Virrey se dio el lujo de dejar a Riquelme en el banco.

Fuente: Clarín

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