La Pulga consiguió un doblete para el 3-2 que aseguró el primer puesto del grupo para la Selección, que mejoró su nivel con respecto a los partidos anteriores. El tanto restante lo consiguió Rojo.
La selección argentina consiguió su tercera victoria consecutiva en el Mundial de Brasil 2014. Pero lo más importante es que mejoró tanto el rendimiento colectivo como a nivel individual, se quedó con el grupo F y por ahora evita cruzarse con Alemania, Francia o Brasil, al menos hasta la final.
En este miércoles que en todo el país se vivió como un feriado desde el mediodía, Argentina superó 3-2 a Nigeria con dos tantos de Lionel Messi y uno de Marcos Rojo. Igual, sufrió por la efectividad de Ahmed Musa, que convirtió las conquitas de los africanos.
De arranque se notó más movilidad en el equipo de Sabella y un cambio de actitud. Más espacios y más profundidad, fundamentalmente a partir de que los mediocampistas y defensores tuvieron más la pelota y obligaron a Nigeria a salir de su territorio.
Mascherano, un líder indiscutible en todos los aspectos, puso una pelota larga para el pique de Di María, que definió ante Enyeama. Entre el palo y el arquero le negaron el tanto al del Real Madrid, pero apareció Messi en el rebote y puso el 1-0.
Sin embargo, esa precisión en ataque no fue la misma a la hora de defender. Y cada vez que Mascherano quedó relegado, el conjunto nacional se complicó. Así, tras el 1-0, Musa atacó por la izquierda, enganchó y definió cruzado, en un disparo al que Romero apenas pudo rozar.
Argentina fue creciendo en el partido y sólo las respuestas de Enyeama salvaron a los africanos. Primero lo hizo con un remate desde larga distancia de Di María y después con un tiro libre de Messi, que literalmente descolgó del ángulo. De todos modos, cuando se iba el primer tiempo, no pudo con otro disparo de Leo, que clavó el 2-1.
Entre las dudas, además de la solidez atrás, estuvo también el desempeño de Higuaín, que otra vez se mostró más lento y con dificultades para contener la pelota. Además, Sabella perdió a Agüero, por lesión.
El arranque del segundo tiempo encontró otra vez a Musa marcando la igualdad. Y fue, justamente, por un grosero error en el fondo argentino. El hombre de 21 años que se desempeña en el fútbol ruso no perdonó y sentenció el 2-2.
Lavezzi, ya en cancha, mostró toda su velocidad y dejó en claro que puede ser un arma de desequilibrio. Además, es una opción más que válida si Higuaín no eleva su nivel o si el Kun no se recupera.
Tras los dos tantos de Messi, uno de los goleadores de la Copa del Mundo junto a Neymar, Rojo conectó -con fortuna- un cabezazo de Garay y decretó el 3-2.
Sabella buscó después cerrar el partido y darle descanso al capitán cuando faltaban 30 minutos. Entonces, mandó a la cancha a Ricky Álvarez por el rosarino; y más allá de la entrega del jugador del Inter, la ausencia del mejor de todos no pasó desapercibida.
Al final, la selección volvió a quedarse con un éxito y volvió a cosechar de a tres puntos. Inclusive, ésta vez logró una victoria ante el mejor de los rivales que tuvo enfrente, lo que es un mérito mayor. Así, terminó arriba en el grupo F y espera por el rival del martes a las 13 en San Pablo.
De yapa: ser el mejor de la zona le permitiría, sin los resultados acompañan, quedar en una llave en la que recién podría cruzarse con Holanda en semifinales y evitar a Brasil, Alemania y Francia al menos hasta el día de la final.