Tras igualar sin goles en tiempo reglamentario y en la prórroga, la Selección ganó 4-2 la definición desde los 12 pasos. Sergio Romero contuvo dos penales y fue el artífice de la clasificación.
Argentina se metió en la final del Mundial con una notable actuación de Sergio Romero en los penales, en los que el conjunto de Sabella se impuso por 4 a 2. La Selección y Holanda habían igualado 0 a 0 de 120 minutos llenos de precaución y tensión en San Pablo. Así, jugará por su tercer título del Mundo el domingo en el Maracaná ante Alemania.
Romero atajó dos penales: el primero, de Vlaar, quien pateó abajo al palo izquierdo del arquero, y el tercero, a Sneijder, quien eligió el otro lado. Para Argentina convirtieron Messi, Garay, Agüero y Maxi Rodríguez, quien desató el festejo tras su remate, el cual, antes de entrar, fue tocado por Cillessen y luego rebotó en el travesaño. Robben y Kuyt habían marcado para Holanda.
Antes, ambos jugaron 120 minutos llenos de precaución en los que parecía que el encuentro se abriría por un error defensivo o un acierto ofensivo. El primer cuarto de hora mostró a dos equipos con recaudos. Holanda presionaba en la mitad de la cancha. Argentina juntaba a la línea de volantes con la de defensores y, cuando tenía la pelota, la jugaba segura hasta encontrar un hueco en la última línea rival. En este sentido, la dinámica de Enzo Pérez y la movilidad de Higuaín fueron las principales cartas ofensivas del conjunto albiceleste en el inicio. La primera chance clara, no obstante, llegó con un tiro libre que contuvo sin dar rebote el arquero Jasper Cillessen.
En el primer tiempo, Argentina buscó casi siempre por la derecha, donde Lavezzi también generó peligro con desbordes permanentes, aunque sus centros no encontraban un destino efectivo. Argentina, de todas maneras, creo otra clara situación con una pelota parada: A los 23 minutos un cabezazo de Garay se fue por arriba cuando Vlaar lo pateaba.
Hubo poco de Robben y de Messi en la primera mitad, ambos bien contenidos por las defensas rivales. Holanda cuenta con De Jong, recuperado de un desgarro, y con Van Persie, quien superó un malestar estomacal.
En la segunda mitad, Holanda se hacía dueño de la pelota en los primeros minutos, aunque tampoco encontraba espacios en la última línea del equipo de Sabella. De todas formas, a los 13 minutos Argentina generó otra vez peligro: Lavezzi desbordó y metió un centro que Higuaín no pudo cabecear. Y sobre la media hora el nueve tuvo otra, cuando la punteó tras un centro de Pérez y la pelota se fue muy cerca. La jugada, de todas maneras, fue invalidada por un supuesto off side que no existió.
Para romper el cero a cero, Alejandro Sabella hizo ingresar a Sergio Agüero y a Rodrigo Palacio por Gonzalo Higuaín y Enzo Pérez a falta de diez minutos, aunque los cambios no sirvieron para generar peligro. Y, en tiempo cumplido Holanda casi lo gana: Mascherano alcanzó a puntear justo el remate de Robben.
El propio Robben, con más espacios ante un equipo que lucía cansado, probó de afuera a los ocho minutos del primer suplementario y Romero respondió con seguridad.
Parecía que no había forma de evitar los penales, pero cuando faltaban cinco minutos Palacio desperdició una opción inmejorable cuando la pelota le quedó picando en el área y su cabezazo fue manso a las manos del arquero. Y luego, un buen desborde de Messi terminó con otra mala definición, esta vez de Maxi Rodríguez.
Fue una de las últimas emociones antes de la definición por penales que llevó a la Argentina a su quinta final de la historia, luego de los títulos en 1978 y 1986 y de las definiciones perdidas en 1930 y 1990. Como en las dos últimas definiciones, Alemania será el rival por el título. Será el domingo en el Maracaná, donde Argentina buscará dar el último paso rumbo al sueño.