Fue una de las frases de Antonela Mariani, titular de un negocio de venta de calzado infantil ubicado sobre calle Garay al 700; quien fue víctima de un hecho de inseguridad en Fighiera.
La mujer contó que el miércoles, pasadas las 6 de la tarde y mientras se encontraba adornando su vidriera con motivo de la navidad, la sorprendió el ingreso de un joven que enseguida se acercó a ella e insistentemente quería que le diera lo que tenía.
En ese momento, este hombre la tomó por el brazo y se mostró algo violento y nervioso. Ella trató de explicarle una y otra vez que no tenía nada y algo pasó que este ladrón decidió retirarse del local.
Nuestra entrevistada no sabe si vio algo que le llamó la atención o quizás pensó que podía llegar a entrar algún cliente. Lo cierto es que decidió irse y salir caminando del local.
Esta persona vestía una bermuda color azul o negra y una musculosa de color naranja; y si bien no pudo verle bien el rostro, la comerciante presume que tendría más de 20 años.
Tras este episodio, ella decidió cerrar con traba la puerta y posteriormente al ver que una vecina estaba en la vereda, le pidió ayuda y luego convocaron a la policía que en unos minutos arribó al lugar, le tomaron la primera declaración y seguidamente hizo la denuncia en la subcomisaría 11 donde pidió que se revisen las grabaciones de las cámaras de seguridad comunales con la esperanza de que puedan identificarlo y saber de quién se trata.
Por último, Antonela agradeció haber tenido “un Dios aparte” porque afortunadamente y pese al mal momento, este individuo no llegó a lastimarla.