Indican que los eventos privados están exentos de abonar SADAIC

Así lo confirmó Melina Murialdo, referente regional de La Libertad Avanza, en el programa Dos y Pico de Radio Extremo. La dirigente integrante del gobierno nacional recordó la vigencia del decreto oficial que indica que los eventos privados, sea que se realicen en una casa o en un salón de fiestas, están exentos de abonar SADAIC.
Los salones de fiesta, hoteles, bares y restaurantes ya no deberán pagar a la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic) por pasar música en fiestas privadas. Así lo dispuso el Gobierno a través del Decreto 765/2024, publicado en agosto pasado en el Boletín Oficial, que establece una serie de modificaciones a la ley de propiedad intelectual. De todas maneras, el propio organismo recaudador, hizo interpretaciones de la normativa y en algunos casos, continúa cobrándolo.
Murialdo explicó que siempre que sean eventos privados, no debe abonarse este impuesto. “Sea que se realice en una casa o en un salón de eventos. Porque asisten las personas que uno invita y eso lo hace carácter privado”, explicó diferenciándolo sí de otros eventos abiertos donde cualquier persona asiste sea pagando o no una entrada de asistencia y allí sí debe pagarse SADAIC.

El monto que se calcula por cápita, a veces es abonado por el propio organizador de la fiesta y en muchos casos, está incluido en los costos del salón donde se realiza el evento. “Aquí donde radica el problema, porque muchos por desconocimiento o por temor a luego tener un problema en el momento de la fiesta, optan por pagarlo, pero no corresponde, y ese dinero bien podría ser usado para otros gastos de esa actividad”, explicó.
Aparentemente, el propio organismo que cobra el impuesto por los derechos de autos de la música que se reproduce en esa fiesta, hizo su propia interpretación de la normativa y continúa cobrándolo. No obstante, hace quince días, el propio Ministro de Justicia de la Nación, Cúneo Libarona, emitió un comunicado para aclarar el alcance de la medida nacional y explicar por qué no corresponde el cobro de derechos de ejecución (por pasar música) en fiestas privadas.
“Cuando la ejecución es privada (por ejemplo, una fiesta en tu casa), es obvio que no hay ejecución pública y, por lo tanto, una SGCD no tiene injerencia. Esto es así porque, cuando pasás música en tu casa usando, por ejemplo, tu cuenta de Spotify, ya estás pagando los derechos correspondientes a esa reproducción privada. Ahora bien, que decidas hacer esa misma fiesta privada en un salón alquilado (quizás porque tenés muchos amigos y no entran en tu casa) no cambia la naturaleza privada de la reunión. Es cierto que contrataste un salón, pero la reproducción sigue siendo privada. El costo del salón cubre únicamente el uso del espacio y no guarda relación con la naturaleza de la reproducción. En definitiva, si la fiesta es privada, no hay ejecución pública”, enfatizó Libarona.
Finalmente, Murialdo recordó que desde la vigencia del decreto nacional, quienes hayan abonado SADAIC en un evento privado, ejemplos cumpleaños, casamientos, etc; pueden exigir ante el propio organismo el reintegro del monto. “Es fundamental contar con el recibo entregado al momento del pago. El reclamo debe realizarse directamente ante SADAIC o el salón de fiestas”, explicó.
Para esto último, explicó que pueden hacerse los reclamos ante los organismos de defensa del consumidor, por ejemplo, existentes en nuestra ciudad. Incluso allí, apelando a la mediación entre las partes, podía llegarse directamente al reintegro sin tener que avanzar a un reclamo por la vía judicial.
En Villa Constitución, gracias al trabajo de Murialdo y su equipo, ningún salón de fiesta abona el impuesto en tanto siempre el carácter de la fiesta sea privada. Aparentemente, en Arroyo Seco, aun se sigue cobrando por la propia disposición del represente del organismo; esto según lo que este medio pudo consultar con los organizadores de eventos y titulares de salones de fiestas. Incluso, ante alguna arbitrariedad, desde uno de los salones, recomiendan abonarlo y luego, con el comprobante, hacer el reclamo respectivo donde corresponda.