La víctima del asalto fue un contador de La Plata. Los investigadores creen que hubo un entregador ya que los ladrones sabían sobre la suma de dinero.
La Plata.- Ladrones ingresaron a la vivienda de un contador público de La Plata por medio de un boquete que realizaron desde el departamento lindero perteneciente a dos hermanas, a las que dejaron maniatadas, y se llevaron unos 40 mil pesos que guardaba en una caja fuerte.
Para los investigadores hubo un "entregador" ya que los ladrones sabían que en el departamento del contador había una importante suma de dinero, la forma de llegar hasta allí y que en ese momento no había nadie.
Fuentes policiales informaron que el hecho fue cometido en la madrugada del domingo en un edificio de la calle 53, entre 10 y 11, cerca de la Plaza Moreno, zona céntrica de La Plata.
Los ladrones sorprendieron a las dos hermanas -de 20 y 21 años- cuando llegaron de bailar e ingresaron a su edificio y las obligaron a llevarlas hasta su departamento del piso 16 donde realizaron un boquete en la pared medianera que les permitió pasar a la vivienda de un contador público, de 53 años.
Tomó intervención la comisaría primera de La Plata donde se instruyeron actuaciones por "robo y privación ilegal de la libertad".
Cinco mujeres fueron demoradas al ser descubiertas con cocaína y marihuana ocultas en su calzado. Utilizaban un método sofisticado para burlar los controles. Algunas tienen vínculos con presos relacionados al narcotráfico.
El choque ocurrió pasadas las 22 cuando la víctima de 33 años caminaba por la zona de Avellaneda y colectora de Circunvalación y fue embestida por un Renault 9. El conductor se retiró del lugar y se presentó a la medianoche en dependencia policial.
El ataque ocurrió el sábado en un asentamiento ubicado en Crespo y Granadero a caballo. La víctima fue trasladada al hospital de niños Zona Norte de Rosario
El robo tuvo lugar el pasado sábado en las afueras de Rosario. Los delincuentes se llevaron celulares, dinero, una computadora, una consola de videojuegos y el DVR de las cámaras de seguridad.
Tras el crimen, la policía allanó un bunker al que habrían ido las víctimas y arrestó a cuatro sospechosos. La pareja de uno de los fallecidos declaró que los agresores le dijeron que fue una venganza