Federico Farías, un joven de 21 años que viajaba como mochilero por Latinoamérica y estaba en Perú se encuentra desaparecido desde el pasado 4 de mayo cuando fue visto por última vez en un hostel de la localidad de Aguas Calientes, según denunció su familia que lo busca en forma desesperada.
El joven tenía intenciones de visitar las ruinas del Machu Picchu antes de regresar a la Argentina y sus padres que viven en Miramar se encuentran desempleados e iniciaron una colecta para poder viajar a Perú a buscar a su hijo.
“Federico se fue hace un y medio de mochilero y cada cuatro días se comunicaba con nosotros”, señaló Laura Bartual, tía del joven.
Alejandra Caztelu, la madre del joven, mencionó que “sus pertenencias las encontraron en el hostel donde se hospedaba” en la localidad de Aguas Calientes.
“En el hostel nos dijeron que salió el 4 de mayo y no regresó. Sabemos que allí encontraron su pasaporte, pero no su celular y su plata”, indicó.
La familia ya se contactó con la embajada argentina en Perú y con la Cancillería para iniciar el trámite de búsqueda.
“Me comuniqué el miércoles con la embajada, me derivaron a Cancillería y me mandaron una solicitud de búsqueda de paradero.
Me dijeron que es mismo día la enviaban”, aseguró la mujer. También mencionó que el organismo “les envía mails con todo lo que están haciendo” y que les dijeron que en Perú “están pegando fotos de Federico en el camino del Inca”.
“Creo que está en un camino alternativo, no el turístico y está perdido. Es un lugar selvático y puede haberse lastimado”, sostuvo Caztelu.
La víctima era chofer de uno de los transportes de cargas que estaba estacionado. Según los primeros indicios, se habría bajado para verificar algo en la parte trasera cuando fue impactado por otro camión que estaba dando marcha atrás
La Cancillería argentina fue notificada de que en las próximas horas llegará a Rosario para luego ser imputado.
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Un automovilista falleció tras un vuelco cerca de Carcarañá y la mano hacia la provincia vecina debió cortarse a media tarde. El episodio vial grave se suma al que sufrió una familia en la “curva de la muerte” de la ruta 33
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