La chica se llama Camila Fernández y tiene 17 años. El martes por la noche se retiró de su casa de barrio San Miguel y desde entonces no se supo nada más de ella. Efectivos policiales y familiares la buscan por la localidad y también por la ciudad de Rosario.
Hace dos días desapareció Camila Fernández, una adolescente de 17 años que vive en Granadero Baigorria. La noche del martes se retiró de su casa de barrio San Miguel. Familiares la buscan con desesperación por la localidad e incluso van detrás de pistas de que estaba por la ciudad de Rosario.
La familia de Camila realizó el miércoles la denuncia en la Comisaría 24° de Baigorria. A partir de allí se activó la búsqueda para dar con el paradero de la adolescente.
A oídos de su madre Carolina llegó una versión de que se había ido con una amiga a una casa de la zona del Remanso Valerio, en el extremo sudeste de Baigorria.
Voceros policiales ratificaron que Camila pudo haberse ido a casa de una amiga producto de una discusión con la madre. Este jueves, Carolina viajó hacia Rosario luego de que le dijeron haberla visto acompañada por un hombre en un colectivo de la línea 107 bandera roja en Rosario.
En caso de que alguien tenga datos valiosos para aportar sobre el paradero de Camila Fernández, debe comunicarse a la central 911 o al celular de su mamá Carolina: 341-3918691.
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Seis de los agentes son de la brigada motorizada y uno de la seccional donde ocurrió el hecho el pasado viernes en horas de la tarde. El caso es investigado por el fiscal José Luis Caterina.
Fue encontrado este viernes en horas del mediodía por empleados de la planta del Centro Ambiental de Tratamiento de Residuos, en Las Palmeras y Uriburu. Según el dictamen del médico policial, se trataba de un niño nacido a término, con una data de muerte de entre 12 y 24 horas
Se trata de un vecino de la localidad de Alvear que al ser allanado se resistió y rozó de bala a un policía. La fiscalía sospecha que desvió gran parte de su armamento en forma ilícita, en una maniobra similar a otras ya detectadas en una causa por “compras de paja” o prestanombres