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Fue este viernes por la mañana en Juan Domingo Perón al 2100, en la vecina ciudad, al momento de la apertura del negocio.
Foto: captura de pantalla El Tres
La sucursal de Musimundo ubicada en Juan Domingo Perón al 2100, en Villa Gobernador Gálvez, fue asaltada este viernes por dos ladrones que se llevaron dinero, celulares y al menos un televisor. Lo particular del hecho fue que uno de los delincuentes estaba en silla de ruedas, pero huyó a pie.
El robo fue cerca de las 8.30, cuando los empleados recién abrían el negocio, según informó la periodista Carolina Lo Celso en Cada Día (El Tres). Al momento de la llegada del equipo de Televisión Litoral había personal policial en el interior de local tomando testimonios a las víctimas.
De acuerdo a los primeros datos, uno de los ladrones empujaba al otro, que estaba en silla de ruedas. En ese marco, sacaron armas de fuego y amenazaron al personal presente, que le dio cuatro celulares, plata, una moto y un televisor.
Una denuncia alertó a la Policía sobre la presencia de varias personas con los animales en una casa de Villa Gobernador Gálvez. Fueron aprehendidos 13 hombres y se secuestraron diversos elementos usados en peleas de gallos.
Bomberos Zapadores intervinieron en dos siniestros en pocas horas. Un hombre de 60 años falleció por inhalación de monóxido de carbono y un súper en obras sufrió daños estructurales y materiales.
El siniestro vial ocurrió entre las localidades santafesinas de Nelson y Llambi Campbell. El camionero intentaba reincorporarse a la ruta desde una gomería cuando fue embestido por el micro que regresaba del conurbano bonaerense con pasajeros del norte santafesino, tras un tour de compras
Dos rodados colisionaron en el kilómetro 4 de la traza que comunica Rosario con la capital provincial este domingo a la noche. Uno de los conductores perdió su pierna derecha, y el otro sufrió traumatismo de cráneo.
El ave debió ser rescatada por operarios de la energía. Llevaba un envoltorio con 79 gramos de marihuana. Aunque no ocurría en los últimos meses, esta práctica, que se sospecha de los presos, fue detectada en por lo menos ocho oportunidades en el último año y medio
