El incidente se produjo en la madrugada, en una casa de Pellegrini al 300. Una decena de personas resultaron con heridas leves. En el lugar funciona un centro cultural. “Fue una desgracia con suerte”, señalaron desde las áreas de control municipal.
El derrumbe de un techo de una casa dejó un saldo de unas 10 personas heridas esta madrugada, en la esquina de avenida Pellegrini y Alem. Allí se daba una fiesta de disfraces, cuando la terraza se precipitó sobre el segundo piso en donde funciona un centro cultural. Las áreas de control y seguridad que participaron del rescate de las víctimas coincidieron en que fue “una desgracia con suerte”.
Desde la Guardia Urbana Municipal (GUM) precisaron a Rosario3.com que cerca de la 1 de la madrugada fueron advertidos de que en Pellegrini 369 se había producido un derrumbe. El techo de una casa antigua de dos pisos se desmoronó en medio de una fiesta de disfraces que se celebraba en el lugar. “Era una fiesta privada, muchos de los heridos estaban disfrazados como los de Kiss”, precisó un agente interviniente en el operativo de rescate.
Personal de la GUM y del Cohem de la Subsecretaría de Prevención y Seguridad Ciudadana municipal se hicieron presentes junto a agentes de la comisaría 1°, Policía Científica, Bomberos Voluntarios y 3 ambulancias del sistema de salud. Un total de 10 personas fueron trasladadas al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) y al sanatorio Laprida para su atención de urgencia. Aunque, afortunadamente sufrieron heridas menores, los cuadros más graves, según trascendió fueron una luxación de tobillo y una herida cortante causada por un fierro.
“Fue una desgracia con suerte”, era la frase que se repetía entre quienes desarrollaban el operativo. Es que el hecho tuvo tintes de espectacularidad. De acuerdo a los datos obtenidos, unas 10 personas estaban en la terraza de la casa festejando cuando el piso, literalmente, se hundió hacia el centro. Abajo, en el segundo piso de la vivienda, quedaban 3 o 4 personas más que debieron sortear los restos de loza hecha pedazos que se desmoronaba y caía sin pausa.
El edificio está ocupado, según indicaron desde la GUM por un centro cultural en la planta alta mientras que en la planta inferior funciona una imprenta.