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La Secretaría de Control del municipio ordenó el cierre preventivo este jueves a la madrugada. Fue porque durante la inspección los responsables no exhibieron contratos de locación de servicios de algunas de las alternadoras
El municipio clausuró el local este jueves a la madrugada. (blogs.elpais.com)
Rosario.- La Secretaría de Control del municipio clausuró este jueves a la madrugada un local ubicado en calle San Martin al 400 con habilitación de "cabaret".
El secretario del área, Pablo Seghezzo, explicó que durante la inspección en el lugar los responsables no exhibieron contratos de locación de servicios de algunas de las alternadoras.
"Desde la creación de esta nueva Secretaría, formamos una mesa de trabajo con el Instituto de la Mujer, para llevar adelante un detenido seguimiento de las condiciones laborales que se presentan en este tipo de lugares, y poder garantizar la preservación de los derechos como lo prevé la ordenanza local", precisó Seghezzo.
Agregó que "la Dirección General de Inspección efectuó una clausura preventiva del espacio".
En tanto, el subsecretario de Control, Gustavo Zignago, explicó que hasta tanto esté vigente la actual habilitación de "cabaret" del local, la Municipalidad continuará exigiendo las condiciones necesarias para garantizar el desenvolvimiento de la actividad en un marco normativo que defienda los derechos de los involucrados.
Zignago recordó que "la ordenanza municipal vigente establece que las alternadoras en actividad tienen que contar con contrato de locación de servicios sellado por parte Instituto de la Mujer, y el mismo debe estar reservado en el local comercial a los fines de ser exhibido ante una inspección municipal".
La medida de fuerza, en todas las plantas del país, comenzó al mediodía del lunes, luego de que la Cámara de Diputados obtuviera quórum para debatir la nueva Ley Bases. Concretamente, los trabajadores aceiteros se oponen a la reforma laboral y a la restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias.
El gobernador se refirió a los trece autos incendiados, el taxi baleado y las amenazas a colectiveros. “Ante estos ataques es muy difícil que el Estado se pueda adelantar. Pero trabajamos, ponemos recursos a disposición y aseguramos que los responsables siempre terminan cayendo”, sostuvo
