Seguinos en 
cielo claro
14°C
14°C
14°C
La propia mujer debió apagar el fuego del móvil policial estacionado frente a su casa. Lo curioso es que no había ningún agente en su interior. Denuncia falta de protección desde que denunció a Los Monos
Rosario.- El patrullero que debía custodiar a la familia Abaca, amenazada por narcotraficantes, fue prendido fuego. Lo curioso es que no había ningún agente en su interior y fueron los propios vecinos quienes apagaron las llamas. Denunciaron falta de protección.
En contacto con el periodista Roberto Caferra (Radiópolis, Radio 2), Adriana Abaca, la mujer que desde que denunció el accionar de una banda narco en barrio Godoy hace dos años atrás, sufre múltiples amenazas, contó que anoche prendieron fuego el patrullero estacionado frente a su casa. El móvil, supuestamente, debe brindarle protección; sin embargo al momento de prenderse fuego, estaba vacío. Incluso fue la propia familia la que debió extinguir las llamas.
“Cerca de las 2 intentaron prender fuego al móvil enfrente de casa. Escuchamos el estallido de los vidrios, salimos y vimos que se había iniciado el fuego dentro del auto”, señaló en la entrevista radial. De acuerdo a lo que precisó, recurrieron a una manguera para sofocar el fuego. Lo más insólito fue que en el interior del vehículo no había ningún agente de las fuerzas públicas: “Es una custodia personal que tenemos que no se encontraba en ese momento”, reveló.
La mujer estaba conmocionada por lo sucedido. “Hago responsable a las autoridades de cualquier cosa que le pase a mi familia”, sostuvo y confió que “nada pasó con las denuncias que hice”. Según señaló, “no hay ningún detenido, no pasa nada” y exigió: “Que venga alguien a decir qué es lo que pasó”.
Adriana Abaca vive en barrio Cametsa, en Calle 1711 y Colombres. Hace dos años de denunció la presencia de un búnker de drogas de la zona y a un soldadito que amenazó a uno de sus hijos a punta de pistola. Los delincuentes serían los integrantes de la banda de los Monos, cuyo líder hoy está procesado. Desde entonces padeció sucesivas amenazas y actos intimidatorios.
