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Crisis ambiental en poblaciones del sur provincial y norte bonaerense

Denuncian la contaminación del aire, el subsuelo y varios cursos de agua. Una organización de San Nicolás impulsa múltiples reclamos relacionados con la polución que generan diversas industrias.

Efluentes. Registros muestran cómo vierten residuos químicos al Paraná.

Efluentes. Registros muestran cómo vierten residuos químicos al Paraná.

La organización Foro Medioambiental de San Nicolás (Fomea) impulsa una serie de reclamos relacionados con la polución que generan diversas industrias, la resultante contaminación del aire, el subsuelo y cursos de agua, y la fumigación en zonas periurbanas en las localidades ribereñas de la zona surdeste de la provincia de Santa Fe y nordeste de Buenos Aires.

Uno de los reclamos principales se impulsa contra la compañía Atanor, que fabrica glifosato, atrazinas y clorpirifós, entre otras sustancias. Una causa que comenzó en 2009 cuando los vecinos, alertados por la alta incidencia de enfermedades relacionadas a la contaminación, denunciaron enterramientos irregulares de químicos en los terrenos pertenecientes a la empresa.

La causa, que inicialmente se tramitó en el fuero provincial y según los denunciantes permanecía estancada, fue llevada al ámbito federal por la competencia que le otorga la afectación del cauce del río Paraná por el desecho de sustancias químicas.

El objetivo de los vecinos fue que Atanor realice tareas de saneamiento en el predio ubicado en el barrio Química, sobre la margen del río Paraná, en el que según sus estadísticas se produjeron unos 300 fallecimientos en los últimos años, que vinculan a la contaminación ambiental que a su vez atribuyen a los efluentes y desechos químicos de la planta en cuestión.

Vierten efluentes al Paraná. Bajo el patrocinio de letrados especialistas los vecinos y organizaciones ambientalistas plantearon una acción de amparo. Para el abogado Fabián Maggi, "la empresa vierte efluentes líquidos al río Paraná sin la debida autorización administrativa de la Autoridad del Agua (ADA) y asimismo, por el tipo de productos que elabora, sus efluentes son altamente tóxicos".

"Atanor explota el recurso hídrico subterráneo sin la adecuada autorización administrativa y ejecuta su actividad industrial con notoria sobreexplotación del recurso, generando un daño ambiental en el subsuelo por aumento de la dureza del agua por sobreexplotación".

En cuanto al volcado de efluentes líquidos al río Paraná "tomamos conocimiento que Atanor solamente cuenta con un permiso precario de vuelco de efluentes expedido en 1998, que no sólo se encuentra sobradamente vencido sino que ya ni siquiera existe el organismo que la expidió. En la actualidad el órgano administrativo es la ADA, ante quien Atanor formuló una solicitud de renovación con fecha 25 de noviembre de 2010, la cual no fue aprobada al día de la fecha", explicó el abogado.

"Durante más de 10 años Atanor vertió efluentes líquidos al río Paraná sin la debida autorización ni control estatal, hecho este de especial relevancia al cuantificar el daño causado y su recomposición, en la actualidad continúa con las mismas prácticas dañosas", manifestó el profesional, y asimismo añadió que una situación similar se puede verificar con sus efluentes gaseosos.

Qué fabrica. Según consta en la página web de la compañía la planta de San Nicolás es la única productora y formuladora de triazinas del Mercosur. Permite satisfacer la demanda del mercado doméstico y genera saldos exportables. Las triazinas son herbicidas de amplio espectro, usados para el control de malezas de hoja ancha como de gramíneas. En la década del 70 los usuarios y ciudadanos afectados de EEUU, Canadá y Europa lograron restricciones de uso preocupados por la rápida resistencia de algunas hierbas, la escorrentía y la contaminación de aguas subterráneas.

La fábrica produce también trifluralina, un herbicida de presiembra para cultivos oleaginosos y formula MCPA e insecticidas como la cipermetrina, el clorpirifos y el dimetoato. El MCPA es un herbicida sistémico hormonal para aplicaciones post emergentes para el control selectivo de malezas de hoja ancha en diversos cultivos. La planta tiene además un sector de producción de ácido salicílico (materia prima para fabricar aspirina y salicilatos). Allí trabajan más de 100 personas.

Fuente: La Capital

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