Desembarcan entre hoy y el lunes y se sumarán a los 1.300 que ya están en la región. A nivel local, mayoría de policías federales. El acuerdo con Nación se anunció ayer tras una inédita reunión entre autoridades provinciales y unos 40 sindicatos.
El gobierno provincial anunció ayer la llegada de nuevos efectivos de fuerzas federales a Rosario y Villa Gobernador Gálvez. Se estima que el desembarco será de alrededor de 700 uniformados, que comenzarán a arribar desde hoy y hasta el lunes. En principio se quedarán hasta fin de año, aunque no se descarta que puedan continuar un tiempo más. De esta forma, el aporte de Nación a la ciudad y parte de su región será (actualmente hay 1.300 agentes federales) será de dos mil hombres para patrullar las calles de ambas ciudades.
El anuncio lo realizó el ministro de Gobierno santafesino, Rubén Galassi, luego de una inédita reunión que se realizó ayer en la Sede de Gobierno local, de la que participaron los más altos miembros de los tres poderes del Estado santafesino y autoridades de 40 sindicatos locales.
El cónclave se concretó tras las quejas que hicieron públicas los representantes de los trabajadores argumentando un preocupante incremento en los hechos delictivos. Lo curioso fue que el Sindicato de Peones de Taxis, que planteó las críticas más duras a la política de seguridad provincial el lunes pasado en un primer encuentro (del que formo parte el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni), ayer no envió a ninguna de sus autoridades y se “perdió” el anuncio. Se cumplió así lo previsto de antemano por el titular del gremio, Horacio Boix, quien se había retirado visiblemente disconforme de aquella cita.
Ayer la reunión comenzó a las cinco de la tarde en punto. Fue encabezada por el gobernador Antonio Bonfatti, el vicegobernador Jorge Henn, el ministro Galassi, y la plana mayor de las carteras de Seguridad, Justicia y Trabajo, además de la cúpula policial provincial y del Nodo Rosario. Por el lado del Poder Judicial estuvieron el presidente de la Corte Suprema, Roberto Falistocco; el fiscal regional, Jorge Baclini, y el fiscal general de la provincia, Julio De Olazábal. También dio el presente el presidente de la Cámara de Diputados, Luis Rubeo.
Terminado el encuentro, Galassi fue reacio con la prensa a entregar números precisos. Sin embargo, de sus propias palabras trascendió que serán cerca de 700 los nuevos efectivos federales que entre hoy, mañana y el lunes estarán arribando a Rosario y Villa Gobernador Gálvez. Así, se estima que los uniformados nacionales ascenderán ahora a unos dos mil en la región.
El funcionario aseguró que el nuevo esquema de seguridad que pergeñó el área que conduce Berni se sustenta en que habrá, en esta etapa, una “mayor cantidad de efectivos de la Policía Federal” en Rosario.
De hecho, de los casi 700 uniformados que llegarán, la mayoría pertenece a esa fuerza. Los gendarmes, en minoría, irán a Villa Gobernador Gálvez.
¿Por qué Policía Federal y no Gendarmería a Rosario?, fue una de las inquietudes. Y la respuesta marcó que se trata de una sugerencia de la Secretaría de Seguridad nacional: “La Federal está más capacitada para la seguridad ciudadana y la prevención del delito. La idea ahora es que se incremente el parque automotor para el patrullaje. Circularán por toda la ciudad, con prioridad en las zonas rojas del delito y de más denuncias al 911. Gendarmería trabaja más en operativos en puntos fijos”, explicó Galassi.
El desembarco se terminó de acordar en la mañana de ayer tras una reunión con el jefe de la Policía Federal, quien viajó especialmente a Rosario para ultimar los detalles.
Allí se definió que los nuevos efectivos se quedarán en la región hasta fin de año. La intención de las actuales autoridades provinciales y el gobernador electo, Miguel Lifschitz, es que continúen en 2016. Sin embargo, eso está lejos de confirmarse aún.
Sindicatos contenidos
En tanto, los representantes sindicales se fueron conformes con los anuncios. Igual, hubo un hecho que llamó la atención. Y es que tras salir de la reunión éstos señalaron en contacto con la prensa que serían “2 mil” (y no 700) los nuevos efectivos que llegarían. La corrección del ministro de Gobierno llegó minutos después. Lo que no quedó claro es si en la sala donde se desarrolló el cónclave hubo sólo una mala interpretación de la información por parte de los gremialistas.
Con todo, los encargados de dar a conocer las primeras impresiones del anuncio fueron Matías Layús, de La Bancaria, y Juan Nucci, de Judiciales. Ambos destacaron los cambios, aunque no dejaron de ser cautos con sus expectavitas, al decir que “ahora habrá que esperar los resultados”.
Nucci hizo eje en la importancia de que estuvieran presentes los representantes del Poder Judicial en la reunión ya que era “una pata que faltaba” en el tema seguridad. “Los compromisos de mejorar la situación de la seguridad están, ahora hay que ver cómo sigue todo”, manifestó.
Por su parte, Layús celebró la “sensatez” de todas las autoridades provinciales “de sentarse alrededor de una mesa a discutir con los trabajadores la situación” delictiva, que preocupa a la población y que entró de lleno en la agenda sindical general, más allá de la mayor exposición de afiliados a uno u otros gremios.
Sadop: más “empatía” con la Policía
La voz oficial de los trabajadores la llevaron Layús y Nucci. Igual, algunos otros representantes sindicales dieron por separado su visión del encuentro. Uno de ellos fue el titular del sindicato docentes Privados (Sadop), Martín Lucero. El dirigente destacó que los efectivos que se sumen sean de la Policía Federal porque “eso genera otra empatía”.
“Es gente que está más formada en el trato con el ciudadano y eso nos da tranquilidad respecto de las denuncias que han existido sobre el trato de otras fuerzas federales”, dijo el representante de los maestros de escuelas particulares en referencia a las denuncias por excesos de agentes de Gendarmería en los barrios.
“Que las instituciones hayan asumido el compromiso de trabajar con los gremios es una actitud que nos parece muy importante”, agregó.