Las precipitaciones comenzarán el sábado por la noche y se extenderán al menos hasta el martes en todo el litoral. Se prevén tormentas intensas para el domingo y lunes. Ya hay casi 40 mil evacuados en ocho provincias.
Cerca de 40.000 personas están afectadas por las inundaciones en ocho provincias, siendo la más perjudicada Entre Ríos que concentra cerca de la mitad de los damnificados, mientras que para el fin de semana se prevén lluvias y tormentas en el centro y sur del Litoral y la cuenca del rio Uruguay. Además, el Servicio Meteorológico Nacional anuncia que el lunes se producirá un pronunciado descenso de la temperatura..
Entre Ríos, con 17.300 afectados, Santa Fe 2.662, Chaco 8445, Corrientes 9119, Formosa 1372, Córdoba 75, Buenos Aires 104 y Santiago del Estero 600, son las provincias damnificadas por las continúas lluvias que se precipitan sobre la región desde hace casi dos semanas, lo que totaliza 39.757 personas alcanzadas por el fenómeno climático, según el Sistema Federal de Emergencias.
El panorama para los próximos días, si bien no volvió a llover en muchas regiones desde hace varias jornadas, no es alentador, ya que las tormentas alcanzarán el fin de semana todo el litoral.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió un informe que señala que “a partir de las noche del sábado 23, la región mesopotámica se verá nuevamente afectada por precipitaciones en forma de lluvias y tormentas, por lo menos hasta el lunes 25”.
Además, indicaron que se prevé la caída de entre 50 y 100 milímetros y que luego, el fenómeno climático bajará su intensidad, pero que las condiciones de inestabilidad seguirán hasta el martes. “Se espera además un marcado descenso de la temperatura a partir del lunes”, resalta el informe.
En los próximos meses Litoralgas conectará la localidad al sistema nacional de gas natural. El día de la conexión inspeccionará las instalaciones internas de todos los domicilios. Los clientes de la empresa deben realizar la revisión previa con un gasista matriculado.
La medida, que afectará a unos 600 trabajadores, responde a la caída en la demanda regional y al ingreso de autos chinos en el mercado brasileño. En junio la planta ya frena por mantenimiento y vacaciones.