Así lo anunció el gobernador Miguel Lifschitz, junto a la intendenta Mónica Fein y algunos concejales. Se destinarán $30 millones para promover el transporte ecológico y $70 millones para unidades nuevas.
“El transporte público esta en la agenda de la ciudad”, dijo el gobernador de la provincia de Santa Fe, Miguel Lifschitz al anunciar el aporte de 100 millones de pesos para mejorar y promover el sistema de transporte.
En la reunión estuvieron presentes la intendenta de la ciudad, Mónica Fein, y los concejales Daniela León, Enrique Estevez, Horacio Ghirardi, Carlos Comi, Martin Rosúa, María Eugenia Schmuck, Sebastián Chale, Verónica Irizar y la secretaria de Transporte y Movilidad, Mónica Alvarado.
El gobernador explicó que se trata de una temática con la que siempre estuvo muy vinculado y expresó que “creíamos que era necesario que el gobierno nacional siguiera manteniendo los subsidios ya que permite que los servicios urbanos de pasajeros del país se sigan manteniendo con tarifas accesibles”, en relación al anunció realizado ayer desde la cartelera nacional que permitirá solventar el 70% de los incrementos salariales de los trabajadores del sector y el total de la suba del combustible.
En esa línea explicó que 30 millones de pesos se destinarán para promover los sistemas eléctricos, ampliar recorridos e instalaciones, es decir en promover e instaurar el transporte ecológico.
Los 70 millones restantes servirán para financiar o ayudar a financiar unidades nuevas, y que “la ciudad cuenta con unas 200 unidades en las calles y se tendrían que renovar unas 80 por año ya que su vida útil es de unos diez años”, indicó el gobernador.
“Después de trabajar juntos y manifestar nuestra prioridad de mejorar el sistema público de transporte de Rosario quiero agradecer este compromiso por parte del gobierno provincial”, destacó la intendenta Mónica Fein.
“Quiero agradecer al gobernador por este compromiso, por haber escuchado nuestra necesidad de fortalecer y mejorar el servicio que utilizan los rosarinos”, agregó.
Finalmente el gobierno central absorberá una parte de los costos para evitar que el valor del pasaje se dispare.