Comerciantes de la vecina ciudad aseguraron que la vecina ciudad "está prendida fuego". Señalaron que los robos son cada vez más frecuentes y que se hace difícil distinguir al cliente del ladrón. Se quejaron de la indiferencia policial.
Vecinos de Villa Gobernador Gálvez se reunieron este martes sobre avenida Filippini, donde se concentra la vida comercial de la vecina ciudad para reclamar por más seguridad. Los comerciantes, aseguraron, trabajan “con miedo y encerrados” e incluso algunos decidieron no abrir a quien tenga puesta una gorra.
“La idea es que se les pueda ver la cara”, explicó este mediodía una mujer al periodista Juan Pedro Aleart del programa De 12 a 14 (El Tres). En tal sentido aclaró se trata de un recaudo. Como muchos tienen cámaras en sus locales, llegado el caso, explicó, el ladrón que entre podrá ser identificado.
Sin embargo, casi todos reconocieron que las cámaras (dentro y fuera de los negocios) no sirven para mucho porque los robos y arrebatos callejeros se repiten de día y de noche. También se quejaron de la indiferencia policial: “Estamos cansados de salir a correr nosotros al delincuente”.
“Villa Gorbernador Gálvez está prendida fuego”, lamentaron.
Desde el sector advirtieron sobre las complicaciones que puede tener el cliente al momento de manipular la manguera por su cuenta. “En los 90, cuando se aplicó, la mayoría dejó rápidamente de vender. Nadie quiere ensuciarse las manos con petróleo”, dijeron desde el Sindicato de Trabajadores de Estaciones de Servicio