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Messi y su "megafiesta": otra vez el entusiasmo de los rosarinos desbordó las previsiones

El operativo colapsó apenas arribó el capitán de la selección pero finalmente Leo, su mujer Antonela y sus hijos ingresaron al casino.

Foto: Marcelo Bustamante

Foto: Marcelo Bustamante

La presencia de Lionel Messi y sus amigos alteró la fisonomía del barrio 17 de agosto. Las adyacencias del complejo City Center fueron tomando color desde las 17.00 con la presencia de hinchas y familias completas de seguidores con los colores del albiceleste. "Quiero agradecerle a Messi y sus compañeros por la inmensa alegría que nos dieron siendo los campeones del mundo. Me gustaría decirle: gracias, Leo", tiró un hincha que se acercó para ver y saludar el astro argentino.

Con correr de la tarde y pasadas las 19.30, los invitados a la fiesta fueron llegando e ingresaron por la calle Moreno en medio de un intenso operativo que incluyó vallado, personal de seguridad del casino (vestidos con remeras con la leyenda "campeones del mundo" y las tres estrellas) y al menos siete policías que intentaban mantener abierto un "pasillo" entre los hinchas y curiosos que se apostaron en la entrada.

Un integrante de la logística del evento confió que "la fiesta es meramente familiar del entorno de Lionel Messi. Hay tres grupo musicales: Los Palmeras, La Mosca y La K'onga. También en el listado hay varios jugadores y amigos que vienen a cerrar el año con el campeón del mundo".

Con la inminente llegada de Leo, más de mil personas esperaban ansiosas con cánticos alusivos para los campeones del mundo. Chicos acompañados por sus padres con la camiseta de la selección le pusieron el color a una tarde noche atípica en el barrio.

La familia de Antonela Roccuzzo, al igual que la de Ángel Di María, llegaron pasadas las 14 y están alojados en instalaciones del casino.

Seis aviones privados llegaron al aeropuerto Islas Malvinas, de Fisherton, con varios invitados. Algunos de ellos: se hablaba de Marcelo Tinelli, el Kun Aguero, Claudio "Chiqui" Tapia y Leandro Paredes.

Fiesta "secreta"
Si bien en ningún momento hubo un "anuncio oficial" de la megafiesta de Messi, con el correr de las horas la fisonomía del casino comenzó a dar señales que confirmaron que el crack rosarino volvería al mismo lugar que en 2017 eligió para casarse. "Hoy tenemos un evento privado. No hay acreditaciones de prensa. La prensa no puede ingresar al complejo en el día de la fecha", confirmaron desde el Casino a La Capital.

Apareció un doble vallado sobre todo el perímetro del establecimiento y se clausuró uno de los principales accesos al complejo. Estas son dos de las estrategias adoptadas para evitar las complicaciones que suele generar la presencia del mejor jugador del mundo. Un ejemplo de esto tuvo lugar esta semana cuando Leo fue abordado por una multitud en momentos en que quiso ingresar a un salón de fiestas de zona norte de Rosario, donde su sobrina celebró su cumpleaños de 15.

Con el correr de las horas, las inmediaciones del casino comenzaron a ser invadidas por personas que no quieren dejar pasar la chance de ver a Leo. De a poco fueron aparecieron una gran cantidad de camisetas de Argentina con el 10 en la espalda.

Pacientemente los fanáticos de Messi empezaron a apostarse sobre unas vallas accesorias que se montaron en la calle para separar el ingreso de los autos con los invitados. Hinchas y curiosos adoptaron la misma pose: teléfono en mano, listo para encenderlo y comenzar a filmar apenas llegara el Diez o algún famoso.

Uno de los "adelantados" fue Maxi Rodríguez, que arribó minutos antes de las 21 y fue abordado tanto por los movileros de canales y radios apostados en el lugar como por los hinchas que lograron su primera "captura".

Apenas pasadas las 21.15, una camioneta intentó "separar las aguas" para la llegada del auto de Messi, pero fue imposible: cientos de hinchas se abalanzaron sobre el vehículo y le impidieron el paso. Leo se mostró tranquilo y paciente al volante, con una sonriente Antonela en el asiento del acompañante y los chicos en el asiento trasero.

"Dale campeón, dale campeón", le cantaron, mientras el auto se desplazaba a paso de hombre y por momentos quedaba detenido.

Minutos más tarde llegó Fideo Di María, ya con el camino más despejado después del ingreso de Leo.

Fuente: La Capital

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