Toda la provincia de Santa Fe quedó este jueves bajo un alerta meteorológica por tormentas que llegarían las primeras horas del viernes y permanecerían durante todo el día, con un esperado descenso en la temperatura.
Luego de un jueves muy caluroso, con un pico de casi 35 grados en Rosario y una sensación térmica de 39 en el centro, se esperan precipitaciones desde la madrugada del viernes en el centro-norte del país.
Se pide precaución al programar actividades porque no sería sólo agua: el aviso es de nivel amarillo y habla de “posibles fenómenos meteorológicos con capacidad de daño y riesgo de interrupción momentánea de actividades cotidianas”.
El cambio de tiempo traería aparejado un alivio en el termómetro en medio del verano, ya que para el viernes se pronostica una temperatura mínima de 22 grados y una máxima que no superaría los 25 en la ciudad.
Algunas precipitaciones se mantendrían hasta la mañana del sábado y ese día el calor volvería a recuperar terreno pero aún por debajo de los 30 grados, mientras que el domingo sí se parecerá más a enero con sol y 33 grados por la tarde, después de una mañana fresca con 16.
Una de las pistolas había sido robada a una policía en 2018 y fue identificada por el número de serie detectado en las imágenes. Sin embargo, las armas que se intentaban localizar no fueron halladas.
En un almuerzo con más de 1.600 referentes de todos los barrios de Rosario, hubo un apoyo al proyecto de Unidos que encabeza el gobernador Maximiliano Pullaro, y se instó a movilizar a la ciudadanía para tener convencionales constituyentes que luchen por una provincia solidaria e integrada.