Finalmente se concretó la anhelada audiencia. Su santidad recibió al Párroco Pedro Pergañeda y a Monseñor Maulión en un emocionante encuentro que se extendió unos 45 minutos en la Casa Santa Marta en la ciudad del Vaticano.
Arroyo Seco.- Para toda la comunidad católica de esta ciudad, fue gratificante la noticia que se conoció hace alrededor de 10 días de que gracias al aporte en la colecta que realizó el Padre Darío en el marco del cumpleaños del Padre Pedro Pergañeda que fue el pasado 8 de abril, se pudo llegar con la colaboración de muchas personas a concretar el regalo de un viaje a Roma que era un sueño para el sacerdote de la Parroquia La Asunción de Arroyo Seco. Aún así, la confirmación propiamente dicha del viaje que luego iniciaría Pedro, llegó cuando Monseñor Maulión se comunicó con él para proponerle viajar juntos y así participar de la canonización de Juan Pablo II y de Juan XVIII que se celebró el pasado domingo y que estuvo presidida por el Papa Francisco.
Tras el viaje y posterior arribo a Roma, el Padre Pedro no dejó de narrar a través de la red social facebook todas las experiencias vividas, ni de compartir fotografías de los lugares recorridos. Contó con el transcurrir de los días, todos los momentos vividos, que seguramente quedarán guardados por siempre en su memoria y en su retina; y de la misma manera no dejó de agradecer, incluso antes de partir en su viaje, a toda la gente que hizo posible que él esté allí.
Finalmente y tras realizar una serie de gestiones consiguió junto con Monseñor Maulión una audiencia con el propio Papa Francisco, a quien solo había conseguido ver de lejos, hasta antes que se concretara el emocionante encuentro.
Aquí el relato completo que hizo el Padre Pedro Pergañeda tras el encuentro con el Papa Francisco:
Queridos todos, al fin pudimos concretar este momento tan deseado, y Dios nos lo regalo con creces, estuvimos con el Papa Francisco.
Cuando llegamos a la Casa Santa Marta, nos hicieron pasar muy gentilmente a una biblioteca y esperábamos que de un momento a otro apareciera el Papa. El corazón iba a mil. En un momento dado, apareció un guardia suizo, pero de traje negro y nos pidió que lo acompañáramos. Nos hizo entrar en un ascensor y nos llevo al 2 piso. Era un hall muy grande y !oh sorpresa!, se abrió una puerta y apareció Francisco y quedamos sin palabras. El muy jocoso nos hizo entrar en un cuarto, con unos sillones azules (como ven en las fotos), era su departamento privado. Nos invito a sentarnos y comenzó una hermosa e informal charla sobre distintos temas.
Es increíble la sencillez de este hombre de Dios. Luego nos hizo unos regalos y le pedimos si le podía mandar un saludo a Monseñor Eduardo Miras. No solo nos dio algo para el sino que le escribió una pequeña carta (como también lo ven en las fotos). Mientras lo hacia yo fui sacando fotos de su escritorio, de su dormitorio y de un altar donde tiene unas cuantas imágenes, entre ellas, una hermosa de San Jose durmiendo.
Luego le pedimos a un guardia suizo que nos sacara unas fotos con el. El encuentro duro, más o menos 45 minutos y al finalizar le pedimos su bendición para nosotros y para nuestras familias y para todas las personas que conocíamos. Yo especialmente le pedí su bendición para todo Arroyo Seco. Fue impresionante ese momento.
Al final el Papa Francisco nos acompaño hasta el ascensor y nos despedimos de él, prometiéndole oraciones por su ministerio. ALELUYA!!!!!!!!!
No se dan una idea la alegría con que salimos de allí. De allí fuimos con Monseñor hasta la Basílica de San Pedro y ante la imagen de La Piedad, rezamos un Ave María, dando gracias por lo vivido.