La víctima advirtió lo sucedido al llegar a su casa alrededor de las 2 de la mañana. Los delincuentes se alzaron con un LCD de 42 pulgadas, DVD, computadora, microondas, tablet, celular, alhajas y dinero; entre otras cosas.
Arroyo Seco.- Gabriel Marinelli salió de su casa, ubicada sobre Rivadavia al 100, anoche cerca de las 22 y regresó alrededor de las 2 de la madrugada. Al llegar abrió el portón de entrada y se encontró con una caja de un nebulizador tirada, fue allí cuando el detalle le llamó la atención. Fue entonces que se comunicó con su hermano para saber si había sido él o su sobrino quienes quizás lo habían dejado allí por alguna razón en particular pero le respuesta fue negativa e inmediatamente se dio cuenta de que esa caja le pertenecía.
Su hermano y sobrino se presentaron rápidamente en el domicilio de Gabriel, que desde hace 1 año vive solo tras el fallecimiento de su madre, fue así que sus allegados entraron a la casa y descubrieron que había sido víctima de un “escruche”. “Estaba todo revuelto, la puerta de atrás estaba abierta, había vidrios rotos y además a una de las ventanas le faltaban algunos flejes porque quisieron cortar la reja”; comentó el mismo Gabriel.
En medio del desorden notó el faltante de varios artículos electrónicos como “un DVD, tenía un LCD de 42” pulgadas que no sé cómo pero también se lo llevaron, computadora, horno microondas, una tablet, celular, efectivo”, señaló. Respecto al dinero, estima que tenía “unos 4.500 pesos y unos 3.000 dólares” pero no pudo dar información precisa del monto. A pesar del daño material y de todo lo que se llevaron los ladrones, lo que más lamenta es la computadora porque allí tenía guardadas fotos de su mamá y el valor sentimental es inconmensurable. “Lo que más me duele es que en la computadora yo tenía todos los recuerdos de ella y eso me quedó atravesado en la garganta, eso todavía no lo puedo superar”, expresó muy conmovido.
En tanto, tras advertir lo ocurrido se comunicaron con la policía de nuestra ciudad. En pocos minutos se hicieron presentes en su casa y recabaron los datos de rutina. Los agentes le informaron que tenía que esperar la presencia de la Policía Científica de Rosario pero hasta esta tarde, para la indignación de la familia que todavía no había podido acomodar ni tocar nada de lo que estaba desparramado dentro del inmueble, todavía no se había presentado nadie en su casa.