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Malestar de vecinos de San Martín al 100

Imagen de Malestar de vecinos de San Martín al 100

La semana pasada las críticas eran positivas respecto al trabajo llevado a cabo por la Secretaría de Obra y Servicios Públicos, recordemos que en ese momento se encontraban realizado tareas de escamonda en pleno corazón de la ciudad, los vecinos del lugar se manifestaban conformes y aliviados ya que no tendrían que soportar las molestias que ocasionan los deshechos que producen la gran cantidad de aves que se refugian en las copas de los árboles. No nos olvidemos tampoco que, según comentaba el Ingeniero Horacio Garzia, “los trabajos serían llevados a cabo de acuerdo a donde migren los pájaros posteriormente a cada trabajo de escamonda realizado”.

Hoy nos encontramos con la otra cara de la moneda; los vecinos de calle San Martín al 100, que son doblemente perjudicados, ya que, a los pájaros que habitaban las zona se les suman la gran cantidad de aves que migran desde los árboles que ya no les dan cobijo debido a los trabajos de escamonda a cargo de la antes mencionada Secretaría

Al respecto, Raúl Massagli, quien tiene un taller en esta cuadra comentó indignado: “Acá directamente no se puede estar, no se puede vivir, vos ves lo que está pasando, la vereda tiene un centímetro de excremento, esta mañana hablé con algunos concejales, parece que van a permitir la poda. Aunque yo aclaro, que de cualquier manera las voy a podar igual, así no se puede vivir, hay que cerrar las puertas a las cuatro de la tarde”.

Desde el lugar afirman que desde hace unos veinte días la situación se fue agravando gradualmente hasta llegar al escenario presente en donde vivir se ha transformado en un desafío.

A lo dicho se agrega como dato el testimonio unánime de la gente del lugar que manifiesta que no recuerdan ni tienen antecedentes de que éste fenómeno haya ocurrido en el pasado.

Guano 1

Marcelo Fernández, titular de un Gimnasio en la zona, comentó también que a pesar de necesitar tener las ventanas y puertas abiertas para que el aire fresco circule mientras los clientes desarrollan actividades en el salón, se ve obligado a cerrar herméticamente todo ya que el “el olor es nauseabundo”.

A pesar de que todos en la zona sufren los perjuicios los que más manifiestan padecer la situación son los que tienen su fuente de trabajo en el lugar, talleres, comercios etc. El fétido escenario altera drásticamente el paisaje y el normal comportamiento tanto de los vecinos, clientes y demás personas que tienen paso obligado por la zona, sin contar el peligro que representa para la salud la emanación de gases tóxicos y la proliferación de patógenos propios de la materia fecal. Además, cabe destacar con mayúsculas que en el lugar se encuentra un hogar de ancianos.

Las aves no solo inundan de guano la vereda sino que también se refugian en cualquier edificación que tenga sus puertas abiertas, por ello los comercios y talleres se ven obligados a cerrar al público apenas disminuye la intensidad lumínica, fenómeno propio del atardecer de cada día que les indica a las aves su horario de descanso.

Fuente: Arroyo Diario

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