Para la Justicia es una causa calcada de Time Warp. Las dos víctimas habrían consumido drogas sintéticas en el lugar. Hay otro organizador prófugo.
En Arroyo Seco. La fiesta electrónica se celebró en el complejo Punta Stage y hubo dos muertos tras la rave. Foto: Archivo AD
Alan David Van Brook, uno de los organizadores de la fiesta electrónica de Arroyo Seco que terminó con dos jóvenes muertos, fue detenido al mediodía al ir a una clínica. Tenía turno con un médico pero la Policía lo estaba esperando. Los fiscales le habían pedido al juez que detuviera a los cuatro encargados de armar la “Sasha New Years Eve Party”. También le solicitaron que cite a declarar al intendente, al inspector y al comisario que esa noche estuvieron presentes en el complejo Punta Stage.
Mario Gambacorta, titular de la Fiscalía Federal de Primera Instancia N° 2 de Rosario, y Diego Iglesias, fiscal federal a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad de la Procuración General de la Nación le pidieron la semana pasada al juez Federal Carlos Vera Barros que ordenara las detenciones de Van Brook y Gino Piazzese Scaglia, que figuran como los dos responsables de “LIVE ART PRODUCCIONES”, Esteban Gómez, que sería el encargado, y Germán Pablo Dalinger, el gerente. El juez dictaminó que las detenciones fueran hoy.
Piazzese Scaglia está prófugo. El juez rechazó la medida contra Gómez y Dalinger, ya que consideró que aún no hay pruebas suficientes como para indagarlos. También solicitaron que se tome indagatorias al inspector Albino Rocardo López, al comisario Luciano Vallejos y al intendente Nizar Esper, imputados por haber incumplido sus deberes de funcionarios públicos, pero extrañamente el juez se declaró incompetente.
Los fiscales imputaron a Van Broock, Piazzese Scaglia, Gómez y Dalinger el “haber creado el marco propicio que facilitó la comercialización y el uso de sustancias estupefacientes (especialmente de estimulantes de tipo anfetamínico y otras drogas sintéticas) realizado por distintas personas aún no identificadas"
Aseguran que a la fiesta fueron más de 3.000 personas, cuando el lugar estaba habilitado para 1.800. “Concretamente, se les enrostra que, conociendo el marco de consumo de drogas sintéticas que caracteriza a las fiestas electrónicas, crearon el ambiente propicio para el uso de esas sustancias y facilitaron su comercialización”.
Advierten también que los organizadores “brindaron el espacio físico para la realización del evento a título oneroso, en todos los casos sin adoptar las medidas y controles necesarios para evitar la entrada de más personas de las permitidas en el predio, como tampoco el ingreso indiscriminado de sustancias estupefacientes, y sin asegurar la real prestación del servicio de seguridad privada y de personal policial para prevenir y reprimir actividades de comercialización y uso de drogas”.
Dos jóvenes murieron aquella noche: Giuliana Maldovan, rosarina, 20 años, y Lucas Liveratore, de San Nicolás, 34 años. Y si bien aún no están los resultados de las pericias, varios testigos aseguraron que los dos habían consumido drogas sintéticas (éxtasis, MDMA).
“Los testimonios parecen calcados de los testimonios de la Time Warp”, dicen en la Justicia. Es que los jóvenes que estuvieron aquella madrugada aseguran que había el doble de gente de la permitida, que no había agua, que se vendía y se consumía droga sin control, que nadie los revisó en los ingresos. Un detalle: dos días después de la Time Warp, Esper firmó un decreto que prohibía las fiestas electrónicas en Arroyo Seco. Sin embargo, la rave se llevó a cabo y el intendente aseguró que esa noche pasó por donde se estaba realizando el evento pero jamás se habría percatado de que era una fiesta electrónica.