La víctima fue Antonio Cipettini. El hecho ocurrió en su casa. Fue sorprendido por cinco masculinos armados que lo agredieron físicamente, lo ataron y le llevaron lo poco de valor que tenía.
Todo ocurrió el viernes al mediodía. Antonio Cipettini, de 74 años, tiene su casa ubicada sobre el camino de tierra que une Arroyo Seco con General Lagos. Estaba sentado afuera, dispuesto a almorzar cuando fue sorprendido por cinco masculinos. Dos de ellos estaban encapuchados y los restantes actuaron con el rostro descubierto.
Cipettini fue inmediatamente reducido. Comenzaron a revisarlo y hallaron en uno de sus bolsillos algo de efectivo - tenía 500 pesos – y luego lo llevaron hacia el interior de la vivienda. “Me pegaron un par de patadas”, detalló.
Los malvivientes le llevaron además 200 pesos en monedas que había juntado para su nieto, una radio, su teléfono celular y una escopeta; entre otras cosas.
Tras el suceso, lo dejaron atado de pies y manos. Apenas pudo y tras un esfuerzo descomunal se arrastró dentro de la casa hasta lograr alcanzar un cuchillo con el que logró cortar parte de las ataduras. Luego salió caminando dispuesto a llegar a la comisaría para radicar la denuncia pero en el trayecto dio con un móvil del Comando Radioeléctrico. Pidió auxilio y contó lo ocurrido a éstos agentes que terminaron por desatarle la bufanda que tenía amarradas a sus manos.
Finalmente pudo hacer la denuncia y hoy se recupera del mal momento pero con la impotencia de saber que tuvo que dejar su hogar a consecuencia de la impunidad con la que actúan estos delincuentes. Es decir, a raíz de este nuevo hecho de inseguridad que le tocó padecer. Decidió mudarse a la zona urbana de la ciudad sin tener otra opción ya que el vivir solo estaba permanentemente expuesto a estos sujetos.