En esta nota habla el Secretario de Salud, Dr. Damián Cavallero, cuenta de qué se trata y cómo contrarrestarlo.
El molesto insecto se encuentra en nuestra zona y posee esa denominación por el ardor que produce en la piel; científicamente denominado paederus especie, aunque en cierta época fue también llamado "Uriburu". No pica ni muerde, pero el potente par de glándulas que oculta debajo del abdomen larga una sustancia muy irritante al rozar la piel, provocando infecciones y lesiones que se asemejan a las quemaduras.
“Provincia envió una alerta por la presencia de este insecto que se asemeja a una hormiga grande o escarabajo alargado de color negro y rojo, a veces marrón, que mide menos de un centímetro. Este bichito provoca una fuerte irritación en la piel como si fuera una quemadura producto de su orín”, expuso inicialmente el Secretario de Salud Municipal, el Dr. Damián Cavallero, sobre la presencia de este insecto comúnmente llamado “Bicho del fuego”; aseverando que “es un animal muy atraído por la luz blanca y que, generalmente, aparece de noche. Hace muchos años había más ejemplares, pero se ve que aparentemente han vuelto”. En tanto, según expertos, las causas que volvieron a atraer a este bichito se deben a los desmontes en el norte del país y el cambio climático, que provocó que Santa Fe ya tenga un clima subtropical.
Consecuentemente, el funcionario local aclaró que “al ahuyentar el insecto de la piel, segrega la sustancia que suele producir irritación, ardor y hasta ampollas. Si uno se rasca, puede ocasionar una infección”. ¿Qué pasa si nos pica?: “En primer lugar hay enjuagarse con abundante agua y colocar un paño frío. Si no mejora, ir a un médico, quien indicará el tratamiento más conveniente. Suele consistir en la aplicación de una pomada o, si hay infección, antibiótico”, sostuvo Cavallero, decretando que “la picadura y sus efectos tienen una evolución de 10 a 15 días, comenzando como una ampolla, pasando a una pequeña quemadura y sigue hasta descamar la piel”.
Posteriormente, los médicos incitan a “quitarlo con un papel sutilmente si se posa sobre la piel. Hay que destacar que igualmente muerto, el bichito sigue segregando ese líquido que quema”.
“Nos es nada para alarmarse, pero sí para tener cuidado y así poder evitar estas molestias que puede ocasionar este insecto”, completó Cavallero.