El director de Hábitat y, al parecer, próximo secretario de Obras y Servicios Públicos, habría amenazado a la familia de un empleado municipal y al trabajador mismo. Según manifestaron testigos, el funcionario fue hasta el barrio Doña Pepa e increpó a estas personas: "Mi hija de 15 años ahora le tiene miedo", manifestó una fuente cercana a este medio sobre los dichos del empleado. En contra punto, el trabajador fue a fondo a buscar a Rojas y también a Gustavo De Lorenzi y Pablo Petta: Los funcionarios de Tonelli ante esto, estarían pensando en elevar una denuncia penal por temor a ser agredidos.
Cristian Rojas aún no asumió oficialmente como secretario de Obras y Servicios Públicos y ya empezó mal. El actual director de Hábitat, del cual se conoce que irá al sector que dejará Gustavo De Lorenzi cuando parta hacia el Concejo, habría increpado a un empleado municipal de apellido Coronel, y a su familia, la cual habita en el barrio Doña Pepa. El trabajador, posterior al suceso, fue a quejarse de esta situación al municipio y se encontró con la recepción de otros secretarios, pero no pudo dar con Cristian Rojas. Según apuntaron, Coronel habría esbozado que "fue al barrio, amenazó a mi familia, mi hija de 15 años ahora le tiene miedo"; y prometió "encontrarlo". Consecuentemente, "cayeron en la volteada" Pablo Petta, colaborador del área, y también Gustavo De Lorenzi, según apuntaron fuentes cercanas. Es por eso, que hasta el cierre de esta edición, los funcionarios de Tonelli pensaban elevar una denuncia penal por "amenazas", por temor a ser agredidos físicamente.
La cuestión, es que claramente Cristian Rojas no da, por lo menos en la previa y ante estas evidencias, el perfil ni la personalidad para semejante área. "Es un lugar complejo pero no imposible de manejar", había dicho el propio Rojas, que ni asumió y ya tiene problemas serios, malos manejos con el personal y hasta malos tratos. El Intendente Daniel Tonelli endulzó a Rojas sin que el mismo haga méritos para ser endulzado, y le dió un poder que puede explotarle en las manos. Ya arrancó mal, y todavía no arrancó...