Dolor, esfuerzo y superación: Cristián Pérez a tres años del accidente

Nos volvimos a encontrar con Karen Pérez, la hermana de Cristián. Con ella, la que nunca bajó los brazos y una de las pocas personas que siempre creyó en él y su recuperación. Hoy, a más de 3 años del accidente que tuvo sobre el acceso a la autopista cuando en moto se encontró de repente con una obra mal señalizada; el hombre de 41 años se va recuperando poco a poco y los cambios son notables.

El episodio que dejó a Cristián Pérez en estado vegetativo, tuvo lugar el martes 15 de diciembre de 2015; el golpe que sufrió en su cabeza lo dejó en estado vegetativo, estuvo internado cinco meses en el HECA, pasó por un privado, luego estuvo con internación domiciliaria y ahora está en un hogar donde realmente le prestan la atención y el seguimiento que de forma permanente necesita. Esto no quiere decir que su familia no esté con él, muy por el contrario, y sobre todo su hermana Karen es la que apuntala cada momento de su vida incondicionalmente.

Sobre su estado actual de salud, todavía sigue teniendo algunas dificultades. Sin embargo, los cambios son notorios. Principalmente por el trabajo del kinesiólogo del Hospital Provincial N° 50 Iván Lettieri y por el empeño que ponen sobre él en el Complejo Los Tiburones, al que asiste tres veces a la semana. Tal es así que Patricio Huerga ya le avisó a Karen que Cristián va a participar de la próxima experiencia de nado. Vale aclarar, que la prueba iba a tener lugar este mes de marzo, pero por problemas personales que tuvo Patricio, la esperada jornada se postergará para el año que viene. Aunque no se descarta la posibilidad de hacer alguna actividad especial en la pileta.

Después de pasar hasta por un ACV mientras estaba internado y de estar permanentemente conectado a un respirador, ahora come por sus propios medios, ya utiliza sus pulmones y no tiene más la traqueotomía. Solo le restaría recuperar la movilidad normal y una de las cosas que más anhela que es poder hablar. Lo positivo también es que, pese a que todavía no superó este obstáculo, se hace entender, comprende todo lo que pasa a su alrededor, sabe de tiempo y espacio e incluso maneja una aplicación que tiene en un Tablet donde buscando figuras también puede asociar esos dibujos con lo que quiere decir y al presionar sobre los mismos, una voz automática lo asiste para poder expresarse.

Con los ojos húmedos tras los cristales de sus anteojos y con la sensibilidad que el caso representa, Karen afirmó que el tiempo que pasó es mucho pero que hoy el esfuerzo, principalmente de Cristián, está dando sus frutos. El claro mensaje que queda después de esta nota es no darse por vencidos a pesar de los contratiempos, de las adversidades y que con amor, sacrificio y entrega siempre se puede salir adelante. A Cristián, hasta el médico que lo llevó aquella noche con código rojo hacia Rosario, creía que estaba muerto. Hoy ese mismo profesional es el que se emociona también al verlo. No todo es imposible, solo cuesta un poco más.

Pensando en una ONG

La traumática experiencia por la que pasaron Karen y sus padres; la hizo conocer qué es lo que una persona tiene que hacer ante una situación como la de Cristián. Es así que familias la contactan, principalmente por redes sociales, para pedirle asesoramiento. Desde un número de teléfono hasta a qué profesional consultar o qué puerta golpear en los casos que sea necesario. Es tal el grado de desesperación que muchos no saben a quien recurrir y es por ello que Karen se propuso darle forma a una Organización Sin Fines de Lucro o formar una comisión, coordinar alguna charla con profesionales o por qué no contar con algún espacio físico para asesoramiento gratuito a la comunidad. Es un proyecto que no tiene todavía muy claro cómo va a encarar, pero sí tiene pensado abrirse en ese camino en el afán de ayudar a otros.

“Ya tuve tres casos en los que pude dar una mano por la experiencia que tuve, desde lo básico que es por ejemplo cómo bañar a una persona que está en una cama hasta adonde tienen que dirigirse, adónde tienen que llamar, dar números de teléfono, cosas que a mí me acercó gente en ese momento, que yo no conocía”.

“Mi idea es armar no sé si una ONG o cómo se hace, tanto con la fonoaudióloga como con el médico que lo atiende a Cristián, siempre decimos de ayudar desde lo más simple y me encantaría poder tener un lugar donde la gente pueda dirigirse y tenga todo para que no le pase como me pasó a mí que fue perder mucho tiempo. Tenerlo seis meses en un hospital de emergencias es una locura, tuvo cinco neumonías por no poder sacarlo de ahí y no saber dónde llamar ni dónde dirigirme”, estas últimas son las razones por las cuales se siente en la necesidad de tratar de instruir o, al menos, orientar a quienes lo demanden ante una urgencia.